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Moscú ha provocado la condena de los miembros de la OTAN después de proponer volver a trazar las fronteras de Rusia en el Mar Báltico.
El Ministerio de Defensa ruso presentó a última hora del martes un plan para ampliar unilateralmente las fronteras marítimas del país con Lituania y Finlandia, ambos miembros de la alianza militar. Menos de 24 horas después, eliminó la propuesta del sitio web del gobierno.
“Otra operación híbrida rusa está en marcha, esta vez intentando sembrar miedo, incertidumbre y dudas sobre sus intenciones en el Mar Báltico. Esta es una escalada obvia contra la OTAN y la UE, y debe enfrentarse con una respuesta apropiadamente firme”, dijo el miércoles Gabrielius Landsbergis, ministro de Asuntos Exteriores de Lituania.
Su ministerio convocó a un representante diplomático ruso para una explicación detallada y dijo que Vilnius coordinaría su respuesta con sus aliados.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas el miércoles que no había «nada político» en la propuesta del Ministerio de Defensa, sin comentar sus detalles. «Se puede ver cómo están aumentando las tensiones, el nivel de confrontación, particularmente en la región del Báltico, exige las medidas necesarias de nuestras agencias pertinentes para garantizar nuestra seguridad», dijo.
El plan es el último intento de Moscú de perturbar a sus vecinos tras su invasión a gran escala de Ucrania. Los países de la OTAN, incluidos Lituania y Finlandia, han advertido sobre el aumento de los ataques híbridos de Rusia en los últimos meses, incluidos ciberataques, migración forzada y actos de sabotaje.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que las fronteras actuales en el Golfo de Finlandia y el Mar Báltico cerca del enclave ruso de Kaliningrado, que limita con Lituania, “no se corresponden completamente con la situación geográfica actual”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Lituania dijo que se trataba de «una provocación deliberada, selectiva y en aumento, destinada a intimidar a los países vecinos y sus sociedades».
El presidente finlandés, Alexander Stubb, dijo que “Rusia no ha estado en contacto con Finlandia sobre este asunto. Finlandia actúa como siempre: con calma y basándose en los hechos”. Su ministra de Asuntos Exteriores, Elina Valtonen, afirmó: “Sembrar confusión es parte de la influencia híbrida. Finlandia no se dejará confundir”.
Los países bálticos, respaldados por otras potencias europeas como el Reino Unido, Alemania y Francia, han advertido que Rusia podría atacar a un miembro de la OTAN en los próximos años. Pero Stubb dijo al Financial Times el mes pasado que tal ataque era “altamente improbable”, aunque Finlandia y la OTAN deberían prepararse para la posibilidad.
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