En medio del decisivo proceso de la Ley de Bases y el paquete fiscal en el Senado, y en un contexto económico-social crítico por el fuerte deterioro de los ingresos de los trabajadores, jubilados y los sectores más vulnerables pese a la desaceleración de la inflación de las últimas semanas, la CGT finalizará este jueves una nueva huelga general contra Javier Milei. La segunda huelga resuelta por el sindicato a cinco meses de la administración libertaria agregará un elemento diferenciador clave en comparación con la primera huelga de 12 horas del 24 de enero: la adhesión estratégica de los sindicatos del transporte públicolo que será decisivo para la expectativa del sindicato de garantizar el éxito de la medida de fuerza.
La huelga también será un reflejo de Las idas y vueltas en la compleja relación que Milei estructuró con el sindicalismo desde que llegó al poder. Aunque hace semanas el Gobierno inició un acercamiento con la dirección cegetista que permitió habilitar un canal de diálogo y desde allí gestionar con la dirección sindical un duro golpe a la reforma laboral incluidos en la Ley Base, los gestos no se ajustaban plenamente a la ambición de los sindicalistas.
Así, montado sobre el repudio de Presión oficial para imponer un límite a las empresas conjuntas. y el impacto de la políticas de ajuste En múltiples sectores, los espacios más duros de la central obrera, enrolados con Pablo Moyano y el barrionuevismo, redoblaron su ofensiva y obligaron a los grupos más dialogantes, la alianza formada por «gordos» e «independientes y que dominan la dirección de la entidad, a asumir un papel más conflictivo con la Casa Rosada.
Frente al endurecimiento sindical El Gobierno renunció a nuevos esfuerzos para intentar frenar el paro y desde entonces también encarnó una posición más crítica hacia la dirigencia cegetista: primero desautorizó los argumentos a favor de la medida de fuerza («no tiene cabeza ni cola», acusó el ministro del Interior, Guillermo Francos), Patricia Bullrich advirtió que Se aplicaría el protocolo antipiquetes durante el paro -aunque no están previstas movilizaciones- y que la línea 134 quedará habilitada para denunciar extorsiones, y el portavoz Manuel Adorni anunció que descontará la jornada a los trabajadores estatales que se sumen a la huelga, en un guiño extenso para que empresas, provincias y municipios apliquen el mismo mecanismo.
«A los empleados estatales que dejen de trabajar se les descontará el salario de la jornada. El que no va a trabajar y no realiza su actividad no cobra», dijo Adorni y, tras reforzar las críticas a la docilidad de la CGT con la El gobierno de Alberto Fernández recriminó: “frenan a quienes quieren seguir haciendo de la Argentina un camino de servidumbre”. «Ni siquiera tendrás quien te sirva el café, Adorni.«, replicó Rodolfo Aguiar, dirigente de ATE, uno de los sindicatos de la CTA Autónoma que junto a la CTA de Trabajadores de Hugo Yasky se sumarán a la protesta.
El propio Milei también hizo un fuerte posteo contra el paro general convocado por la CGT. «No paro»dice la inscripción que levantó el presidente en una fotografía intervenida que publicó en su cuenta de Instagram.
El advertencias oficiales por el paro también se extendieron al Ministerio de Transporte, que anunció este miércoles que Recortarán subvenciones estatales a empresas de autobuses que no prestan servicio durante la huelga general. Previsible después de que el sindicato de conductores de autobuses UTA, cuya adhesión a la huelga estaba en duda hasta esta semana, oficializara su decisión de paralizar los servicios.
El Protesta en transporte de pasajeros será total: Tampoco funcionarán trenes, subtes de Buenos Aires y servicios de taxis, y se paralizará la actividad aérea. Con esta imagen, la CGT Se entusiasman con un paro contundente y total («un parazo», según la definición de su liderazgo), aunque no creer que el éxito de la medida podría forzar cambios sustanciales en la gestión de Milei A corto plazo.
La adhesión del transporte constituirá un elemento crucial para paralizar o afectar el normal funcionamiento de otras actividades. Durante toda la jornada no funcionará la atención en bancos públicos y privados, no se impartirán clases en escuelas y universidades, mientras que en los hospitales públicos sólo se atenderán emergencias.
También se alterará el normal funcionamiento de supermercados, comercios de proximidad, bares y restaurantes, farmacias y estaciones de servicio. No habrá transporte de mercancías, combustible ni recogida de residuos, mientras que los servicios de correo postal quedarán paralizados. Además, la actividad industrial en sus diferentes ramas quedará restringida por la medida de fuerza, mientras que el paro en los puertos será total, lo que afectará el comercio agroexportador y las importaciones.
Debido a la adhesión de los dos principales gremios estatales, UPCN y ATE, no habrá atención en los organismos públicos y se verá afectada la actividad de la administración pública nacional, efecto que se extenderá también a provincias y municipios.
Con información de: Telam, AF News y OpenAi