Sólo el sector de la automoción aguantó el embate de los servicios en las últimas cinco décadas. España ha experimentado una terciarización de la economía desde 1980 -al igual que ocurrió en otros grandes países de nuestro entorno- que ha llevado a los servicios a representar más de la mitad de la actividad.
“Las ramas de servicios han adquirido mayor peso dentro de la economía y el empleo del país, en detrimento de la industria y la agricultura”, detalla un informe del Consejo General de Economistas y la Cámara de Comercio de España que analiza la evolución desde los años 80 hasta la actualidad. ¿Por qué ha perdurado la automoción? “Se ha creado un ecosistema muy potente en el sector de la automoción que arrancó con la llegada de empresas atraídas, entre otras cosas, por la mano de obra barata”, responde Salvador Marín, economista del Consejo General de Economistas y uno de los coautores de el informe.
Las empresas que aterrizaron en la búsqueda de costos salariales bajos construyeron con el tiempo una red que atrae a más inversionistas. Un ejemplo es la reciente adjudicación a Sagunto de una de las dos plantas de baterías del grupo Volkswagen en Europa.
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Según el estudio, entre 1980 y 2018 la industria automotriz creció un 77%. A principios de la década de 1980, la actividad del motor representaba el 3,3% del PIB y casi 40 años después, el 5,8%. Por otro lado, sorprende que en los últimos años, cuando el peso del sector en el PIB ha seguido aumentando, el empleo se ha reducido en casi 50.000 personas. “Cae porque se invierte mucho en I+D, con lo que se mejoran los procesos”, dice Marín. Es un ejemplo de libro de ganancias de productividad. Más actividad con menos trabajadores.
Y lo mismo se observa, pero en sentido contrario, en el turismo, donde, a pesar de mantener su peso en el conjunto de la economía o incluso reducirlo, la contratación se ha disparado en los últimos años. En 2020 había medio millón de trabajadores más que en 1995 mientras su peso en el PIB caía. Marín señala que es normal porque el número de turistas ha crecido exponencialmente y «hay que atenderlos». Si dejamos a un lado la pandemia, entre 1995 y 2019 el número de turistas en España se ha más que duplicado, pasando de 54 millones a casi 130 millones (ver gráfico).
Los datos de turismo, en los que el peso de los asalariados en el total crece en mayor proporción que su aportación al PIB, es un ejemplo de cómo la productividad global de la economía no aumenta. Por eso el Banco de España o entidades como el Cercle d’Economia llevan semanas advirtiendo que España se aleja de Europa en términos de PIB por habitante.
Aunque mejorar la productividad es quizás el principal reto de la economía española, Marín recuerda el importante papel dinamizador que tiene el turismo en otros sectores como el transporte o los servicios.
Aparte del sector de la automoción, los principales sectores que han ganado peso en el PIB entre 1980 y 2018 son el sector financiero con un crecimiento del 161%. Las otras áreas con fuertes crecimientos relativos son el sector agregado de salud y educación, que aumentó poco más del 53% en el período, y el bloque que agrupa al resto de los servicios, con cerca del 42%.
Las áreas en las que se ha producido un retroceso en las últimas cuatro décadas son principalmente la agricultura y la industria alimentaria, que retroceden en torno a un 42% y un 39%, respectivamente, «aunque ambas siguen destacando en relación a su peso nacional en el comparativo europeo». nivel», reza el informe. La agricultura pesa un 2% y la industria agroalimentaria un 6%.
En el intervalo de 1995 a 2020, en los sectores que más aumentaron el número de personas ocupadas fue en los servicios -sin contar el turismo ni las finanzas- con un aumento de casi el 100%. Luego viene la energía (con un incremento del 82%) y el turismo (casi un 69% más).
Reduce su peso en el PIB
Durante la pandemia, la agricultura creció en detrimento de otras actividades
El informe también destaca el papel de la apertura del comercio exterior en los últimos años en el desarrollo económico. “Las exportaciones en España crecieron hasta alcanzar el 41% del PIB a finales de 2022”, según el estudio.
También se analiza el desempeño de la economía en el período de la pandemia. El informe sostiene que “el sector primario agregado fue el único que incrementó su PIB sectorial al cierre de 2022 con respecto a 2019”. Por otro lado, en ese mismo periodo, los sectores industrial y de servicios aún no habían recuperado los niveles de la economía previos al covid.
Progresión de la industria
Más de 120 millones de turistas
El informe analiza cómo el turismo se ha convertido en “uno de los pilares fundamentales de la economía española”. Su evolución desde los 276.000 visitantes de 1931 a los más de 120 millones de los últimos años ha estado marcada por «los cambios políticos, económicos y sociales que se han producido en el país». Según el estudio, “en la década de 1990, la industria turística nacional se vio afectada por la aparición de nuevos destinos en el Mediterráneo y el Caribe”. Pero se enfrentó a una mejora en la calidad del turismo y una mayor promoción en el exterior. A partir de 1996, esta actividad experimenta una nueva revolución con la aparición del turismo de congresos y convenciones, el turismo de salud y bienestar, el turismo deportivo y el turismo de naturaleza.
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