La desprotección que sienten los consumidores ante el negocio de las operadoras de telefonía móvil está impulsando el crecimiento de la cooperativa Somos Conexión, nacida en El Prat de Llobregat con el propósito de ofrecer un servicio accesible y transparente.
El proyecto sin ánimo de lucro nació en 2015 con la aportación de 150 socios y tras varios años de consolidación hoy cuenta con 9.000 socios y 4.000 patrocinados. El servicio se ha expandido por toda España, aunque el 65% de los usuarios se concentran en Cataluña.
La iniciativa de El Prat de Llobregat cuenta con 9.000 socios y emplea a un total de 30 personas
“Es todo un reto trabajar por la soberanía y la accesibilidad en un mercado dominado por las grandes empresas”, comenta Mercè Botella, fundadora de Somos Energía. A pesar de su objetivo, la cooperativa colabora con Orange, Vodafone y MásMóvil para ofrecer servicios de telefonía y fibra óptica a sus clientes.
“No tenemos infraestructura propia, pero usamos convenios con estas tres empresas. Cubrimos entre el 95% y el 97% de todo el territorio nacional”, detalla Bernat Alcolea, coordinador y responsable de la gestión económica.
La cooperativa defiende que como entidad propia tiene más poder de negociación de precios que un particular. Y, además, puedes garantizar a tus clientes una congelación de precios, eliminar el periodo de permanencia y dar un servicio de atención al cliente accesible. “Rechazamos el contacto a través de robots informáticos y apostamos por un servicio prestado por las personas”, comentan los responsables de la cooperativa, que emplea a una treintena de personas en El Prat de Llobregat.
Con esta apuesta, en la que Somos Conexión actúa como intermediario entre las grandes empresas de telecomunicaciones y los particulares, la cooperativa facturó 3,3 millones de euros en 2022. Luego, cerró un total de 20.944 contratos, cifra que este año la entidad espera incrementar hasta alcanzar una facturación de 3,7 millones de euros. En cuanto a la rentabilidad, Alcolea asegura que la cooperativa genera un margen de beneficio neto de entre el 2% y el 3% de los ingresos. Al no tener ánimo de lucro, asegura que todo el beneficio se reinvierte en el proyecto, el pago de los proveedores y la mejora del servicio.
Con 30 personas en plantilla, la cooperativa también colabora con la instalación de fibra óptica en municipios donde la conexión es débil. Es el caso del proyecto Xaneta, en el municipio de Valls, de la red Xarxa Greta, en el municipio de Flix, y la colaboración con el proyecto Guifi.net, en la Garrotxa.