El primer registro de un tiburón bocazas preñado se ha documentado después de que una hembra muerta apareciera en las costas de Filipinas.
El tiburón megaboca de 18 pies de largo (5,5 metros) (Megachasma pelagios), que fue encontrada el 14 de noviembre en Barangay Ipil, Dipaculao, provincia de Aurora, estaba embarazada de siete cachorros cuando apareció. De acuerdo a Científico nuevola madre no mostró signos de lesiones causadas por aparejos de pesca y los científicos creen que los cachorros habían sido expulsados del cuerpo de la madre en la orilla.
Representantes del Museo Nacional de Filipinas, que anunciaron el descubrimiento en una publicación de Facebook, dijeron que la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos de Filipinas se llevó el cuerpo de la madre para una necropsia, junto con uno de los cachorros.
Los otros seis menores fueron llevados al Museo Nacional de Filipinas para ser examinados. Después de ser estudiadas, las criaturas serán preservadas y guardadas en el museo.
El descubrimiento ha confirmado que estos tiburones dan a luz a sus crías vivas, en lugar de poner huevos. Hasta ahora, los investigadores no estaban seguros de si los tiburones bocazas eran ovovivíparos, es decir, los huevos se desarrollan dentro del cuerpo de la madre y nacen vivos.
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Los tiburones bocazas no fueron descubiertos por los científicos hasta 1976, cuando uno fue capturado accidentalmente después de enredarse en un equipo naval profundo cerca de Hawaii.
Esta especie solo se ha observado en la naturaleza unas pocas veces y, según la organización de conservación de los océanos, se han registrado menos de 60 individuos. Oceana.
Los tiburones boca grande pesan hasta 1225 kilogramos (2700 libras) y reciben su nombre por sus bocas grandes y circulares. La boca de un tiburón megaboca de 16 pies (5 m) tiene alrededor de 4 pies (1,2 m) de ancho.
Los tiburones megaboca pasan la mayor parte de su vida en la oscuridad, viven a una profundidad de hasta 4.600 m (15.000 pies) debajo de la superficie y solo llegan a aguas menos profundas durante la noche.
Se alimentan por filtración y nadan con la boca bien abierta para capturar pequeños crustáceos marinos llamados krill. La boca de los tiburones megaboca contiene órganos productores de luz que ayudan a atraer a sus presas.
Los investigadores esperan que este último descubrimiento de un individuo les ayude a aprender más sobre esta esquiva especie.