Trágica noticia en el mundo del motocross: Jayden Archer, pionero en realizar un triple backflip en competición, falleció mientras se entrenaba en Melbourne, Australia. El deportista de 27 años, reconocido por su talento en estilo libre, sufrió un fatal accidente durante una sesión de práctica el miércoles, aunque los detalles del incidente no han sido revelados por las autoridades locales.
Archer, quien formaba parte del equipo Nitro Circus desde hacía más de una década, dejó una huella imborrable en la comunidad del motocross. Su desempeño en las pistas y su dedicación al deporte lo convirtieron en un referente para muchos, y su trágica partida ha conmocionado a sus compañeros y seguidores.
«Jayo encarnaba la pasión, el esfuerzo y la determinación en su máxima expresión. Elevó los límites de lo posible sobre una moto de cross y dejó una marca imborrable en la historia del deporte», expresó Nitro Circus en un sentido mensaje en redes sociales. «Su influencia positiva y su calidad humana lo convirtieron en un amigo querido por todos. Te recordaremos con cariño, amigo. Descansa en paz».
Con dos medallas en los X Games y el récord de haber sido uno de los tres únicos pilotos en lograr un triple backflip en motocross, Archer se preparaba para un desafío aún mayor: intentar el primer cuádruple backflip a finales de este año. Su ambición y valentía lo llevaron a conquistar logros impresionantes en su carrera, y su ausencia dejará un vacío en el mundo de la competición.
«Estamos profundamente entristecidos por la pérdida de Jayo Archer, y enviamos nuestras condolencias a su familia y su prometida», declaró Scott Guglielmino, jefe interino de operaciones de los X Games, a ESPN. «Como uno de los pilotos más dedicados y carismáticos, Jayo será extrañado por la familia de los X Games».
El legado de Jayden Archer perdurará en la memoria de aquellos que lo conocieron y admiraron su valentía sobre dos ruedas. Su espíritu indomable y su pasión por el motocross lo convirtieron en un ícono del deporte extremo, y su partida deja un vacío difícil de llenar en la comunidad deportiva.