Las fuertes tormentas azotan Texas, Oklahoma y Arkansas, dejando devastación y muerte a su paso.
En Valley View, Texas, al menos 18 personas perdieron la vida y cientos resultaron heridas en medio de poderosas tormentas que arrasaron casas y una estación de servicio para camiones. El desastre se extendió desde el norte de Dallas hasta el noroeste de Arkansas, con un amplio rastro de destrucción.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, declaró estado de emergencia ante los múltiples reportes de tornados y daños por viento. En Texas, siete personas perdieron la vida en el condado Cooke, incluyendo dos niños. En Oklahoma, dos personas fallecieron y en Arkansas, ocho personas más fueron víctimas de las tormentas.
En medio de la tragedia, la solidaridad se hizo presente. Hugo Parra, residente de Farmers Branch, relató cómo entre 40 y 50 personas se refugiaron en un baño de una parada de camiones en Valley View, sobreviviendo milagrosamente al colapso del edificio.
La destrucción y el luto se extienden por la región, con miles de residentes sin electricidad y decenas de viviendas destruidas. El cambio climático contribuye a la intensidad de las tormentas, haciendo de abril uno de los meses más activos en tornados registrados en Estados Unidos.
Las autoridades instan a la población a mantenerse a salvo y preparados ante los riesgos climáticos. La solidaridad y la resiliencia son clave para enfrentar estos desastres naturales que impactan la vida de tantas familias.