De prosperar esta nueva iniciativa, estos tres dignos compatriotas se unirían a otros que, a lo largo de los años, han recibido el prestigioso galardón: el ingeniero Oswaldo Payá, en 2002; las Digno Damas de Blanco, en 2005; y el Sr. Guillermo (Coco) Fariñas, en 2010. ¡Pobre Cuba, cuyos demócratas no pueden limitarse a competir en paz para obtener el favor de sus conciudadanos en elecciones libres, sino que tienen que sufrir la represión por creer en la libertad!
La secretaria de Relaciones Exteriores de la CTDC, Elena Larrinaga, dijo sobre la nueva iniciativa: “El premio en realidad es para los manifestantes del 11J, pero hay que ponerle cara para que cumpla con la candidatura”. Y me parece justo comentar que, a fuerza de ser sincero, no parece que hubiera sido posible hacer, entre los ciudadanos presos hoy en Cuba por motivos políticos, una selección más certera que la que hizo el dicho Consejo.
De estos tres compatriotas, hay dos que son dirigentes opositores de notable antigüedad. Me refiero a José Daniel Ferrer y Félix Navarro, quienes, tras años de intensa militancia democrática, figuraron en 2003 (hace casi un par de décadas) entre los 75 presos de lo que con justicia se ha llamado la Primavera Negra de Cuba.
Uno y otro recibieron sentencias muy largas en esa ocasión. Ambos estuvieron en prisión hasta marzo de 2011, cuando fueron liberados producto de la memorable huelga de hambre y sed que, por la liberación de todos los presos de conciencia, mantuvo el abogado Guillermo (Coco) Fariñas. Como los dos rechazaron el chantaje del castrismo (aceptando exiliarse para ser liberados) fueron de los últimos en beneficiarse de ese proceso.
El tercer integrante del trío, el artista Luis Manuel Otero, es mucho más joven, por lo que (y naturalmente) su incorporación a la lucha pacífica por la restauración de la democracia en Cuba fue mucho más tardía que la de los dos ya mencionados. Pero, a pesar de tener menos tiempo para hacerlo, en los últimos años ha sido inspirador y líder de conocidas iniciativas que han mantenido en vilo al régimen castrista.
Mientras permanecieron libres, todos se caracterizaron por su constante y muy productiva actividad en favor de la libertad de la Patria. En prisión (donde los tres han permanecido por más de una temporada) mantienen una postura inflexible, soportando con estoicismo y dignidad los abusos de sus carceleros. Su verticalidad se ha manifestado en huelgas de hambre y en la «renuncia a beneficios para los presos».
Al conocerse la noticia, diversos medios de comunicación han anunciado esta iniciativa de la CTDC como propuesta formal al prestigioso galardón que entregan los diputados elegidos democráticamente para integrar la Representación Multinacional de Europa. Pero conviene aclarar que, en rigor, no es así.
De acuerdo con las disposiciones vigentes, las propuestas formales para el prestigioso galardón sólo pueden ser formuladas por los escaños de los diferentes grupos políticos del Parlamento Europeo, o por un número no inferior a 40 de los miembros de este último.
Además, los trámites para la concesión del premio se realizan a finales de cada año, a partir del mes de septiembre. Pero creo que no se debe criticar a los compatriotas de la CTDC por haber lanzado su idea con mucha anticipación, junto con los nombres de los tres grandes patriotas incluidos en su iniciativa.
En los meses siguientes habrá tiempo suficiente para conseguir el apoyo de una o varias bancadas del Parlamento Europeo o de varias decenas de sus miembros. No creo que haya ninguna dificultad para conseguirlo. Es difícil imaginar una causa más justa que la que adelantan los compatriotas del Consejo para la Transición Democrática en Cuba.
En cuanto al régimen de La Habana, su probada vocación totalitaria se ha puesto de manifiesto una vez más con la feroz represión desatada contra los gloriosos manifestantes del 11 de julio y otros demócratas cubanos. De los castristas, como dice el conocido refrán, se puede decir con toda justicia: «¡En el pecado llevarán su penitencia!»