Presidente Milei insiste en no corregir el tipo de cambio, que no haya atraso cambiario, tiene un punto interesante, un debate pendiente que debería darse en la Argentina. ¿Es necesario corregir el tipo de cambio ¿Según un sector económico? ¿O debería articularse con el nivel de producto, producción y desarrollo tecnológico alcanzado, que permita coordinar mejor las acciones en el comercio Exterior? Coordinar la estructura interna con la estructura externa, básica Diamand.
Los “militantes del atraso cambiario” proliferan en estos tiempos, surgidos a partir del mes de enero, cuando se pasan todo el año intentando palpar si la inflación sube o baja, observando los vaivenes de la variación mensual, cuando lo que tiene que ser lo que se observa es la variación de 12 meses. También son muchos los que invocan al dios “al revés”; y no faltan los economistas que aplaudieron cuando Alberto fue elegido y luego dijeron: El camino que adoptó Milei es el necesario. Mucha confusión. Levin nos dijo que a veces queremos explicar el todo tomando la pata del elefante y no sabemos qué es la pata del elefante.
Intentemos analizar el elefante que se nos acerca. En primer lugar, el fracaso del Presidente en retrasar el tipo de cambio, un ejemplo cercano, Bolivia tuvo una apreciación y un tipo de cambio estables. ¿Cómo lo hizo? Repasando el libro publicado recientemente por el exministro de Economía de aquel periodo 2006-2014, podemos hacernos una idea de si aquello a lo que nos enfrentamos nos hace esquivar al elefante o nos golpea de frente. Algunas conclusiones de la política cambiaria de ese período en el país andino, liderada políticamente por Evo Morales y Álvaro Linera. Existió una ley Neoliberal (Nro1670) donde el Banco Central de Bolivia (BCB) era la única autoridad monetaria y cambiaria. Eso cambió, con la nueva Constitución Política del Estado establece que el Estado a través de la Órgano Ejecutivo determinó los objetivos de la política monetaria y cambiaria en coordinación con el BCB. En su etapa neoliberal tuvo un tipo de cambio (crawling peg) que consistía en pequeñas apreciaciones o depreciaciones no anunciadas del tipo de cambio nominal, nos cuenta el ex funcionario de economía, y en el caso argentino se sabe que es del 2% mensual.
Un segundo punto del modelo Morales-Arce, los objetivos de la política cambiaria en el marco del Modelo Económico Comunitario Social Productivo (MESCP) fueron:
- Contribuir a la estabilidad macroeconómica ayudando a mantener una inflación baja y estable.
- Mantener un tipo de cambio real competitivo en el tiempo respecto de nuestros principales socios comerciales, y
- Contribuir a la política de bolivianización.
Brevemente repasemos lo sucedido, en los años 2007-2008 se tuvieron presiones inflacionarias originadas en el sector externo sumado a expectativas que crecieron, para resolver esto se apuntó al punto 3 de los objetivos junto con mayores costos por la transferencia de dólares. . Al año siguiente ocurrió una crisis internacional que no impactó como otras crisis. Hay un dato que no es menor y es que “pese” a la nacionalización de recursos (energéticos) estratégicos, la alta oferta de dólares que llegó se expresó en mayores reservas, las más altas de la historia.. “El resultado de esta política cambiaria fue evitar movimientos bruscos que afectarán el sistema financiero, la asignación de recursos y la actividad económica”, dice Arce. Fue a partir de 2010 y 2011 que se estabilizó e implementó un tipo de cambio, sin modificaciones, en línea con el crecimiento económico y el alto nivel de reservas internacionales. Además, “Como resultado del actual régimen cambiario, la baja integración del mercado de capitales de corto plazo boliviano con el resto del mundo y las medidas para evitar movimientos bruscos de divisas (comisiones de entrada y salida de divisas y límites a las inversiones) en el exterior), en el caso boliviano no se notaron los efectos de los fenómenos ocurridos en las economías vecinas.”, dice el actual presidente de Bolivia que cerró su año con un nivel de inflación del 2,12% (doce meses).
El Surgimiento de Evo Morales y Álvaro García Linera (2005-2019) se da en un contexto de privatizaciones con crisis económicas recurrentes, ambas logradas, según datos de la CEPAL, “La economía del país ha crecido en promedio un 4,9%, casi duplicando su tamaño, pasando de 16 mil millones de dólares en 2005 a 29 mil millones de dólares en 2018. El PIB per cápita aumentó un 50%, es decir, de 1.725 dólares en 2005 a 2.586. en 2018. Medido como porcentaje del PIB, el gasto público social aumentó de 2005 a 2014 un 27,1%. Concretamente en salud, el 28,1%; en educación, el 15,2%; en vivienda y servicios, el 51,7%; y protección social, 15,1%. En este período, el porcentaje del presupuesto estatal destinado al gasto social aumentó un 77%, es decir, prácticamente duplicó lo que existía antes. Se ve bien: una economía dinámica, riqueza creciente, bienestar e igualdad, incluso con la caída de los precios mundiales de las materias primas y cuando varias naciones vecinas entraron en recesión o crecimiento negativo.”, nos cuenta Matías Bosch Carcuro de la Universidad APEC, República Dominicana.
Luego de analizar la política cambiaria y su sintonía con las demás políticas de Estado, el modelo MESCP, podemos decir que este La idea del presidente Milei de proponer una apreciación del tipo de cambio y dejar al principal sector económico sin otra devaluación (Agro), puede traer tensiones. El dilema es si está dispuesto a convalidar lo que le pide un sector de la economía a cambio de seguir liquidando sueldos.
No tiene reservas suficientes, no hizo una política social como la desarrollada por Morales Linera, no tiene desarrollo productivo ni un plan de argentinizar a la Argentina. Solo tienes el RIGI para los sectores agrícola y minero (petróleo y gas). ¿Cuánto empleo se puede generar con esos dos sectores? ¿Será suficiente para los 45.000.000 de argentinos?
Para resumir y dar algunos datos sobre la dificultad económica y política en la que nos encontramos, según el informe “Las cuatro anclas del Plan Milei-Caputo” del CESO, el ancla fiscal Es un recorte brutal del gasto público real; a ancla salarial, especialmente realizado sobre los salarios del sector público y que a su vez contribuye al ancla fiscal; a ancla de intercambio mantener una evolución del tipo de cambio muy por debajo de la inflación tras la devaluación inicial; y un ancla monetario-financiera, basado en la licuefacción del stock de pesos de la economía mediante la implementación de una tasa de interés sustancialmente por debajo de la inflación, pensando que esta reducción de la base monetaria contribuye a reducir la inflación presente y futura. Él ajuste fiscal sobre la base de no pagar a las empresas de luz y gas, no es sostenible en el tiempo. En gasto de capital, por ejemplo, se dejó de comprar computadoras para el programa Conectar Igualdad. El impulso al trabajo se ajustó en un -49% real, las becas avanzaron, perdieron un -45,7% real y el programa Acompañar un -79,4% real en este primer trimestre del año. En el caso de las provincias, no se realizaron transferencias a los Fondos de Pensiones Provinciales ni al Fondo de Fortalecimiento Fiscal de la Provincia de Buenos Aires.
Si le sumamos el informe “salarios vs inflación” del IDEPI-UNPAZLos salarios privados perdieron poder adquisitivo ante la inflación en un 50%.los salarios públicos han bajado un 80% y los salarios del sector privado no registrado (economía informal, monotributista) han bajado un 150% a febrero de 2024. No hay recuperación de salarios.
Otros desafíos quedan por delante: actividad en recesión, salarios, inversiones, cumplimiento del acuerdo con el FMI y anclas. El inversiones en el primer trimestre del año Son los más bajos del periodo 2016-2023, ligeramente mejores que en 2023. ¿Está agotada la confianza? Según un informe del BCR, el gobierno tiene vencimientos vinculados a la deuda externa, el 72% de los cuales es en moneda extranjera y el 18% restante en pesos argentinos. En 2004-2015 creció en dólares 21.214 millones; entre 2016 y 2019, creció 62.940 millones de dólares; y en 2020-2023 el incremento fue de 10.176 millones en divisas. En eso En 2024 los vencimientos sumarían US$ 108.421 millones.
De esta cantidad, la gran mayoría es deuda a pagar en moneda local, por un valor equivalente a US$ 74.482 millones, mientras que el resto (US$ 33.939 millones) es deuda contraída en moneda extranjera.. Sin reservas suficientes, con una política cambiaria sin fundamento, sin una política de argentización de la Argentina, sin estatización de recursos estratégicos (minería y agricultura que quedarán bajo la RIGI) sin una política de mercado interno. ¿Cómo afrontará los vencimientos del año y los de 2025? ¿Podrá domar al elefante o Milei y Caputo creen que el problema es la pata y no que viene de frente?
Con información de Telam, Reuters y AP