Atalanta hizo lo imposible, lo improbable y lo nunca antes visto. No sólo derrotaron al Bayer Leverkusen, el equipo que no había perdido esta temporada y llevaba 51 partidos sin doblar la rodilla, sino que le ganaron contra todo pronóstico por 3-0 para ganar su primer título europeo. A partir de hoy, la Europa League acompañará a la Coppa Italia que ganó el equipo de Bérgamo en 1963 y que fue el único título de su historia.
La espectacular actuación de la selección italiana dejó boquiabierto al mundo del fútbol, por la forma, el resultado y el rival. De Bérgamo al Olimpo, tras vencer al Liverpool y al O. Marsella antes del Bayer. La diosa supo vencer a todos con su fútbol total.
Leverkusen, sin triplete
Gasperini, un veterano minucioso y amante del fútbol total, le ganó el partido al técnico de moda, Xabi Alonso
Atalanta, apodada la dea (la diosa en italiano), estuvo perfecta, brillante, magnífica y espléndida durante los 90 minutos. Dirigida en ataque por Ademola Lookman, a quien todo le salió bien, disputó la final de sus sueños. El anglonigeriano disparó tres veces y marcó tres goles. Lookman, un chico maravilla que debutó en el Everton, un adolescente por el que el Leipzig pagó un millón pese a haber jugado muy poco en la Premier, se sacó de la chistera con 26 años un partido enorme para derribar la leyenda del imbatible Bayer . Marcó los tres goles del equipo italiano que le disputó la vuelta para que pudiera reconciliarse con el fútbol.
Abrió el marcador con un gol oportunista al rematar al segundo palo un centro de Zappacosta y luego selló la final en Dublín con dos goles tremendos, a cada cual mejor. El segundo con rosca desde la frontal tras hacer un túnel hacia Xhaka. En el tercero, ya en la segunda parte, se hizo una bicicleta dentro del área para lanzar un zurdazo imparable para Kovar. Tres goles que le hicieron salir a hombros y que inclinaron el duelo de forma contundente.
En la final importa poco, muy poco, quién es primero el favorito. Al Bayer Leverkusen no le ayudó ni siquiera presentar su bandera de invicto. El nombre y la Bundesliga ganada de forma tan brillante no tenían ningún peso. El Atalanta, irreverente e irrespetuoso, se rebeló contra su papel de invitado y le aguaó la fiesta al campeón alemán. Con una presión asfixiante, se adueñaron del partido y dejaron sin respuesta al equipo de moda.
Un hat-trick para tumbar al equipo invicto
A Ademola Lookman todo le salió bien y jugó la final de sus sueños: disparó tres veces y marcó tres goles.
El equipo de Xabi Alonso jugó el peor partido en el peor momento, con media Europa mirando, en la final de Dublín. Y se comportó así porque tenía delante al Atalanta, un equipo como pocos, capaz de presionar a los hombres en todo el campo, y al que, además, todo le salió perfecto. Marcó temprano, inmediatamente marcó el segundo tras una recuperación y remató el contraataque.
Gian Piero Gasperini trabaja en Bérgamo desde hace ocho años, esculpiendo y dando forma a la obra renacentista de toda su vida. Meticuloso, casi como un orfebre, insiste cada semana en sus preceptos para mejorar el rendimiento de su fútbol total y de altísima presión.
Atalanta dejó la Serie B en 2011
Es el primer título europeo y el segundo de su historia, tras la Coppa Italia de 1963.
Al no darse por vencido y correr riesgos, ha transformado un equipo de restos, de jóvenes, de futbolistas que buscan una segunda oportunidad como Zappacosta (ex Chelsea), Kolasinac (ex Arsenal) o De Ketelaere (que no triunfó en Milán). y apuestas personales, como Koopmeiners o Éderson, los dos centrocampistas que estuvieron excelentes, en campeón.
Ayudó al Atalanta que Xabi Alonso decidiera marcharse sin nueve. En el banquillo se quedaron Schick y Boniface -también un Borja Iglesias que ha contado muy poco-, mientras que el pequeño Adli era el jugador más adelantado. Eso incluso hizo que los centrales del equipo de Bérgamo se atrevieran más de lo que ya son a dar uno o dos pasos hacia adelante.
Cuando quiso, el tolosarra reaccionó en el descanso y ya iba perdiendo 2-0. Con Boniface en el campo, el Bayer presionó y puso en marcha la famosa epopeya que los acompañó durante toda la temporada y los salvó con varias remontadas increíbles. Pero Atalanta parecía cubierta y protegida por un manto de. Nunca se puso nervioso, rompió la racha del rival en 51 partidos y ganó la Europa League a su manera, fiel a su entrenador.