El caso de Yasmín Esquivel, actual ministra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, domina la opinión pública desde el pasado 21 de diciembre. A la espera del pronunciamiento de la UNAM, este sábado, el Comité de Integridad Académica y Científica emitió un comunicado en relación a la presunto plagio de la tesis profesional de Esquivel Mossa, indicando que hay coincidencias en más del 90%, es decir, el Plagio es evidente.
Señalando también que horas antes habían recibido un testimonio notarial de quien publicó su tesis un año antes (1986) afirmando que utilizó varias referencias, textos y partes de la tesis publicada en 1987, la de Esquivel Mossa, sin embargo, horas posteriormente varios medios de comunicación publicaron la entrevista que le brindó el abogado Báez Gutiérrez negando el hecho.
El silencio de la SCJN ha sido ensordecedor. El ahora expresidente de la Corte, Arturo Zaldívar, se limitó a compartir el nuevo Código de Ética que regirá para los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación.
Como pieza fundamental, la UNAM debe verificar su autonomía e independencia de las influencias políticas, en particular las provenientes del Ejecutivo, a través de la sentencia que emita. Y aunque es una gran noticia que Esquivel Mossa no haya sido electo para presidir la SCJN, no podemos olvidar que la Fiscalía de la Ciudad de México falló a su favor en tan solo 6 días, con esto no solo es su competencia conocer del asunto, si no la celeridad en investigar y determinar los casos que les convienen, es claro que no hay autonomía ni independencia.
Fue desafortunado el argumento de Esquivel Mossa y su directora de tesis, Martha Rodríguez, al intentar utilizar el movimiento feminista a su favor para desestimar las acusaciones. Lo que está en duda es la integridad, capacidad, honradez y honestidad de Esquivel Mossa por plagio. de su proyecto de tesis, no porque sea una mujer en un alto cargo de poder.
Estos hechos hoy parecen ir disminuyendo, ayer una mujer rompió uno de los techos de cristal más altos de nuestro país, ayer por primera vez en la historia una mujer es elegida para presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a partir de hoy , la ministra Piña Hernández también debe hacer historia devolviendo a esa institución el profesionalismo, la imparcialidad y la neutralidad que debe tener. Debe pasar a la historia como la presidenta que, a pesar de los ataques del ejecutivo, se mantuvo firme, fue un verdadero contrapeso y siempre evitó cualquier violación a los derechos humanos.
Felicito a la Ministra por su nuevo cargo, seremos aliados en todos los esfuerzos para mantener la independencia judicial que tanto necesita el país y para concretar las propuestas que fortalezcan el poder judicial, para asegurar el respeto a los derechos humanos, la transparencia y la igualdad de género y combatir corrupción.
Finalmente, no ignoremos los hechos ocurridos con el Ministro Esquivel, de ser ciertos significaría el inicio de una crisis de gobernabilidad, legitimidad y honorabilidad del Poder Judicial, cuya independencia y credibilidad han demostrado estar sujetas a los caprichos del presidente. , Andrés Manuel, que ha preferido despedir a quienes les acusaron de plagio, antes que reconocer la falta de integridad y ética entre sus nombramientos.
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