Miles de personas salieron este sábado a la calle en las ocho Islas Canarias para pedir al unísono un cambio en el modelo turístico de masas y, por extensión, en el modelo socioeconómico del archipiélago en un acto que evoca las grandes movilizaciones históricas vividas en esta comunidad . . También ha habido protestas en Málaga.
A las 12.00 horas comenzaron las manifestaciones convocadas bajo el lema ‘Canarias tiene un límite’ en todo el archipiélago excepto en La Palma, donde se celebrarán a las 17.00 horas, en un día en el que también hay concentraciones en diferentes Ciudades españolas y europeas.
De hecho, los más madrugadores han sido los canarios en la capital de España, que se han concentrado en la Puerta del Sol para criticar un modelo económico que «nos está expulsando de nuestra tierra». «Hoy estamos aquí porque no podemos estar allí», dijo una mujer que leyó el manifiesto.
Puntual ha sido la salida de la manifestación en Las Palmas de Gran Canaria, donde miles de personas caminan por el paseo marítimo de Las Canteras, y también en el resto de islas.
Los problemas son mayores en Santa Cruz de Tenerife, donde miles de personas continúan reuniéndose en una abarrotada plaza Weyler mientras continúa el goteo constante de viajeros que bajan de tranvías y autobuses abarrotados.
Agotamiento del modelo turístico
El germen de las marchas ha sido la denuncia del agotamiento del modelo de motor económico de las islas (35% del PIB de Canarias y cerca del 40% del empleo) y la reivindicación de una moratoria, una ecotasa y la regulación de la compra de viviendas por parte de extranjeros.
En Málaga, medio centenar de personas salieron este sábado a la calle para protestar contra el modelo turístico de masas de Canarias, que está «expulsando a la población local» en beneficio de una industria «insostenible». Una de las organizadoras de la manifestación en Málaga, la vecina de San Pedro de Alcántara Ana Belén García, explicó que se trata de «una iniciativa ciudadana de apoyo a los compañeros de Canarias que reclaman el derecho a la vida, el derecho al territorio». y una vivienda digna».
Pero con el paso de las semanas, el debate se ha extendido a las altas tasas de pobreza, los bajos salarios, el aumento de los precios de los alquileres y la saturación de carreteras y espacios naturales.
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