La histórica ciudad lacustre de Venecia se salvó de ser incluida en la lista de sitios del patrimonio mundial en peligro de la UNESCO en una reunión del Comité del Patrimonio Mundial en Arabia Saudita el jueves. Los países miembros felicitaron a la ciudad por la campaña de conversación y un proyecto piloto que convertirá a Venecia en la primera ciudad en cobrar la entrada.
Es la segunda vez que la ciudad del norte de Italia se salva de ser catalogada como patrimonio de la humanidad en peligro. El comité de la UNESCO concluyó que el cambio climático y el turismo de masas, entre otras amenazas, «provocan un impacto irreversible al extraordinario valor universal de Venecia y su laguna».
Hace dos días, el ayuntamiento de Venecia aprobó un plan experimental para cobrar a los turistas una entrada de 5 euros diarios durante los 30 días de mayor tráfico del próximo año, una de las medidas citadas por varios de los 21 países que votaron para excluir a Venecia del lista.
Venecia también evitó ser incluida en la lista de sitios en peligro en 2021, cuando el gobierno de Roma anunció la prohibición de que los grandes cruceros pasen por la plaza de San Marcos y el canal de la Giudecca.
El comité de la Unesco, que recomendó su inclusión en la lista, mencionó el impacto negativo del turismo de masas, los daños causados a la laguna por los grandes cruceros y petroleros que ingresan por otra ruta, el cambio climático que provoca mareas altas más frecuentes y la construcción descoordinada.
Ante la inminencia de la decisión de la UNESCO, los activistas publicaron datos oficiales según los cuales las plazas turísticas suman 49.693, superando los 49.304 habitantes. Algunos exigen que sólo a los residentes permanentes se les permita alquilar apartamentos a turistas por períodos cortos y dicen que la prohibición de abrir nuevas habitaciones de hotel no se aplica adecuadamente.
Los funcionarios de la UNESCO han enfatizado que la inclusión en la lista no es punitiva, sino más bien una alerta al mundo de que se debe hacer más para abordar los problemas que aquejan a un sitio del Patrimonio Mundial.