Desde el lanzamiento de la segunda versión, que fue la que muchos empezamos a comprar de forma masiva a través de las tiendas de China, Xiaomi ha sido la reina del segmento de pulseras de actividad. Sus Mi Band eran buenas, «bonitas», baratas y, sobre todo, funcionales.
Han animado a muchos a dar un paso hacia una vida más activa y poco a poco han ido incorporando cada vez más opciones de conectividad con nuestro móvil. En la Mi Band 4 encontramos un salto importante en pantalla, en la Mi Band 5 teníamos un diseño más inteligente para cargar y más opciones para conectar con el smartphone y la Mi Band 6 era… bueno, más conservadora.
Ahora vamos con la review de una Xiaomi Band 7 (ya no es «Mi», aunque seguro que muchos acabamos llamándolo así) que Viene en forma de actualización, quizás demasiado discreta.
Xiaomi Mi Band 7 | |
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Tamaño | 46,5×20,7×12,2mm |
Peso | 13,5 gramos |
Batería | 180 mAh | carga magnética |
Panel | AMOLED de 1,62″ | Resolución de 490 x 192 píxeles | Brillo de 500 nits | Sistema de visualización siempre encendido |
conectividad | Bluetooth 5.2 |
sensores | Oxígeno en sangre | Medición de la frecuencia cardíaca | Acelerómetro | Giroscopio |
Proteccion | 5 cajero automático |
Sistemas operativos y dispositivos compatibles | Android e iOS |
Precio | 59,99 € |
Secciones del análisis de la Xiaomi Band 7:
Un diseño que funciona con una pantalla siempre activa más grande
Xiaomi lleva años llevando al extremo la máxima de “si algo funciona, no lo cambies”. Con la Mi Band 3 incluyeron pantalla, pero fue con la cuarta generación cuando la dotaron de color y más funciones para que se acercara un poco más al smartwatch más sencillo.
Desde entonces hemos tenido ligeras variaciones en la fórmula, pero el diseño se ha mantenido: tenemos la correa de caucho de un lado y la cápsula del otro. Esta generación tenemos una pantalla un poco más grande que la de la generación del año pasado y, la verdad, se agradece.
No vamos a poder hacer mucho con ella, pero la verdad es que este cambio no sienta nada mal y eso sí, me siguen gustando las pantallas rectangulares algo más grandes o la de la Redmi Band Pro, sin salir de la familia Xiaomi.
Pero bueno, antes de pasar a la pantalla termino diciendo que la Band 7 sigue siendo un dispositivo muy cómodo en el día a día. Su bajo peso y el formato compacto de la cápsula nos permiten llevarlo sin molestarlo durante todo el día.
Llevo horas sin quitármelo para escribir, dormir no me ha molestado y al poder mojarlo lo puedes llevar mientras lavas los platos, te duchas o te das un baño refrescante.
En la parte de atrás tienes los pines de carga (al igual que la generación anterior, ya no es necesario quitar la almohadilla del cinturón) y los sensores. Y la verdad es que si no pones la Mi Band 6 junto a la Band 7, pensarías que son exactamente iguales, pero se nota la pantalla extra.
Y eso, como te estarás imaginando, hace que las correas que tenías de la generación anterior ya no sean válidas. Te pueden servir algunas correas de goma, aunque te quedará un poco apretada y poco estética, pero las correas más rígidas o las de metal… olvídalo.
Y en la pantalla es donde tenemos las principales novedades, por no decir las únicas, de este modelo. No voy a describir lo obvio, ya que funcionalmente es igual que el de pulseras anteriores en cuyo análisis elaboramos en base a lo bueno, pero sí voy a comentar las novedades.
La principal es que tiene el modo ‘siempre en pantalla’. Esto significa que podrá configurar la banda para tener un reloj siempre encendido cuando la pantalla se «apague» para ahorrar energía.
Por lo que he visto, este sistema adapta el estilo de la esfera del reloj que hayamos elegido para que se muestre en ese modo ‘always on display’. Si tiene un reloj digital que muestra la fecha, eso es lo que podrá ver en la pantalla en el modo AOD. Si tienes un reloj analógico que también muestra el porcentaje de batería, ese es el dato que verás.
Se despierta correctamente, puedes elegir configurarlo para que esté encendido durante el día, pero no cuando duermes, y siempre puedes volver a la pantalla principal con un movimiento de muñeca.
Ese «mover para despertar» todavía funciona muy bien y la pantalla me parece fantástica, ya que es nítida, tiene un buen nivel de brillo y el cristal protector repele bastante bien las gotas de agua, al menos durante estas primeras semanas.
Ahora el precio ha subido, pero Xiaomi sigue sin incorporar un sistema de brillo automático. En mi caso he tenido el brillo al 75% más o menos y se ve bien a pleno sol, pero en interior es excesivo.
Lo he dejado así porque es un fastidio tener que ir a ajustes, ajustes de pantalla y, ahí, cambiar el brillo manualmente, y la verdad es que no entiendo que siendo la Mi Band más cara sigamos sin tener algo tan básico.
Buena medida siempre y cuando lo uses correctamente.
Pero entremos en la Banda 7. En primer lugar, no, no tenemos GPS ni NFC., así que no esperes poder salir a la calle y hacer rutas con posicionamiento preciso con tu móvil o pagar cómodamente en tiendas. Teniendo en cuenta el aumento de precio, es algo que ya no se puede justificar.
Dicho esto, vamos con lo que sí tiene. En esta generación seguimos vinculando el dispositivo a la app Mi Fit, que claramente necesita un cambio cuando tenemos alternativas como Zepp Life (para dispositivos Amazfit) a la que podemos conectar perfectamente nuestra pulsera para tener más opciones.
En este análisis me he centrado en la app nativa de Xiaomi, ya que es la opción oficial, pero si la compras, Te recomiendo que te saltes Mi Fit y descargues Zepp Life. En mi experiencia al ejecutar la aplicación en el POCO F4, debo decir que no he tenido bloqueos ni errores de sincronización.
Desde la app podrás realizar todos los ajustes de la pulsera, podrás personalizar la pantalla principal con diferentes métricas y me gusta que todo sea sencillo (quizás demasiado a veces). Pinchando en cada pestaña podrás ver gráficas y estadísticas de rendimiento algo más completas y, para mí, lo más importante, el medidor PAI.
Es una puntuación que nos da Xiaomi poniendo en común los datos de las diferentes mediciones y el objetivo es llegar a una puntuación de 100, o lo más cerca posible, al final de la semana. Me gusta mucho esto, ya que es un sistema de gamificación muy interesante que, al final, nos anima a movernos más en el día a día.
Pero bueno, en la propia pulsera también podrás configurar todo esto, así como ver detalles de los entrenamientos, su historial, el tiempo y la previsión semanal y toda serie de datos relacionados con tu salud.
También tienes notificaciones, que siguen sin mostrar emojis y no podrás responder, control de música, puedes conectarlo a la app de cámara para que funcione como obturador remoto y también vemos un calendario para el ciclo menstrual.
Y, en la faceta de smartwatch, me gusta como monitor de móvil, aunque todavía no tenemos multitarea. Esto quiere decir que, si durante un entrenamiento nos envían un mensaje, no podremos verlo. Sí podrás controlar la música, pero nada más hasta que cierres el entrenamiento.
Es algo que no podemos ver en relojes mucho más caros y, la verdad, no sé por qué es tan complicado implementar esto, pero bueno.
Si vamos a la práctica deportiva, pasamos de 30 deportes a 120. No sé de tantos y estos vienen apilados en secciones. Sinceramente, he utilizado dos tipos: entrenamiento general (para todo) y senderismo para, junto con el GPS del móvil, ver mis paseos y que la distancia recorrida sea la correcta.
Y aquí tengo que decir dos cosas: en el gimnasio se comporta muy bien, pero si vas de paseo y quieres tener una visión de tu ruta, aunque los pasos son correctos respecto a otros smartwatches, la distancia no lo es a menos que tú conectar la pulsera al GPS del móvil.
Creo que tiene que ver con la forma en que el software convierte los pasos en metros, que no es muy preciso, pero bueno, la solución es simple. En un entrenamiento en el gimnasio, la medida es buena para el ritmo cardíaco, aunque las calorías… son otra cosa.
Con la pulsera bien ajustada, los picos de esfuerzo se traducen bien en el gráfico de medidas cardíacas si lo comparo con un TicWatch 3 Pro Ultra o un Apple Watch SE, pues… muy bien. Sin embargo, con las calorías pasa lo mismo que con los pasos cuando no tenemos el GPS, suelen ser un número inflado.
No creo que importe mucho, ya que le doy más importancia a saber en qué fase del pulso estoy que a las calorías quemadas porque lo que me interesa es si soy aeróbico o anaeróbico, pero bueno, es lo que he observado y yo tenía que decir
Bateria para casi una semana con todo activado
Uno de los mejores apartados de la Xiaomi Mi Band es la autonomía. Con baterías diminutas conseguían cifras inalcanzables para otros dispositivos y, aunque con cada generación la cifra ha ido bajando, lo cierto es que siguen siendo dispositivos con los que puedes irte, tranquilo, de excursión de fin de semana.
Si vamos a la página de Xiaomi, podemos ver que tenemos hasta 14 días de autonomía con un uso «normal» y unos 9 días con un uso intensivo. En esa página detallan las particularidades de cada prueba, pero en estas semanas de uso he tenido que cargarlo una vez cada seis días.
Con frecuencia cardíaca continua, SpO2 y medición del sueño, así como notificaciones y Always on Display durante el día, tengo como seis dias.
Me parece una buena autonomía teniendo en cuenta que las notificaciones de varias apps llegan a mi pulsera, que los sensores «comen» las suyas y que el modo pantalla siempre encendida, aunque poco, también está haciendo mella en los 180 mAh.
La carga es básicamente la misma que el año pasado., siendo unas dos horas al 100% con el cable de cabezal magnético que viene en la caja. Es un sistema muy cómodo porque es un cable corto que puedes tener en tu mesita de noche y, si tienes prisa, con unos minutos tienes garantizado, al menos, un día de uso.
Excelente en lo que ya destacaba, pero se necesita una nueva generación de verdad
Al final, la Band 7 es una buena pulsera deportiva, pero al igual que lo fueron la Mi Band 5 y la Mi Band 6.
Tiene un diseño que en mi opinión sigue funcionando a pesar de ser más grande, me gusta mucho la calidad de su pantalla con un panel AMOLED que es súper nítido y el factor de forma lo hace muy cómodo en el día a día.
La medida deportiva me parece correcta, me gusto la autonomia y me parece un accesorio muy interesante tanto si haces deporte como si no, ya que hay un montón de correas compatibles, puedes personalizar las esferas con muchas opciones y además aunque no lo compres para hacer deporte, te animará a hacerlo.
Sin embargo, creo el aumento de precio no se justifica con la ausencia de NFC y GPSademás de un sensor de brillo automático que ya está sonando.
Es un buen dispositivo, pero ahora podemos decir que no es la reina de la calidad/preciosobre todo con rivales objetivamente mejores tanto dentro como fuera de Xiaomi.
Con información de Telam, Reuters y AP