La misma habitación que hace un mes. A la misma hora. El mismo asiento. El mismo micrófono. La misma ropa de entrenamiento. El mismo escudo sobre el escritorio, el del Barça. El mismo protagonista. Pero el escenario era completamente diferente. El 25 de abril compareció Xavi Hernández acompañado del presidente Laporta. En las primeras filas estaba su cuerpo técnico. También Deco y el resto de la comisión deportiva. Todos querían estar presentes en el acto de ratificación para la siguiente temporada. Esta vez, el 25 de mayo, un día después de que el club anunciara que no continuaría, entró solo en la sala de prensa. En el recinto sólo había periodistas esperándole para su última aparición en la ciudad deportiva Joan Gamper. “Me voy con la conciencia tranquila, incluso orgulloso”, dijo sobre su paso por el banquillo.
Xavi acababa de dirigir su último entrenamiento como técnico del Barcelona. Este domingo, en el Sánchez Pizjuán, será su último partido. En un mes todo ha cambiado. De ser entrenador la temporada 24-25 a tener que tomarse un descanso obligado. De los abrazos con el presidente al impeachment del viernes.
«Me voy con la conciencia tranquila, incluso orgulloso».
“Ayer estuvimos con el presidente y me contó sus razones por las que cree que el equipo necesita un cambio de rumbo. Sólo tengo que aceptarlo. Él decide todas las cosas del club. Seguiré siendo un culé más”, desveló sobre la reunión con el presidente en la que le informaron de su destitución. “Nos dimos la mano, nos abrazamos y nos deseamos lo mejor”.
El de Terrassa reconoció que lo ha pasado mal en la última semana mientras se decidía su futuro. Una agonía pública que acabó con el anuncio. «Estoy bien. Han sido días complicados. Han sido dos años y medio en los que no ha sido fácil. Lo he hablado hoy con la plantilla, no ha sido fácil. Pero siempre lo hemos dado todo». Y hemos sido hombres de club. Creo que se ha hecho un buen trabajo. Dos títulos y éxitos en partidos importantes. La experiencia es espectacular y el aprendizaje tremendo. “Ha sido un honor y un placer entrenar al Barça”. .
Con Laporta nos dimos la mano, un abrazo y nos deseamos lo mejor».
El técnico evitó polémicas con la directiva de Laporta y optó por un discurso conciliador, huyendo del conflicto, aunque sí confesó que tenía muchas ganas de seguir. “Lo han decidido pensando en el club. Sólo puedo aceptar y respetar. Todavía tenía la ilusión intacta de poder hacer cosas buenas, cambiando algunas cosas, claro”, anotó. “Creí mucho en este proyecto pero no pudo realizarse”, explicó sobre el resultado. Ahora, falta el anuncio de su reemplazante: el alemán Hansi Flick.
Un tema que no se trató en la cumbre entre el presidente y el presidente fue la liquidación de su contrato. Xavi siempre aseguró que no habrá ningún problema con su despido. «No habrá ningún problema. Lo que dije será», mantuvo su deseo de facilitar la transferencia de poderes al club.
No me arrepiento de nada. He intentado ser honesto y dar lo mejor de mí. «Hemos trabajado con mucho honor y mucho amor por este club».
El egarense se marcha sin reprochar a los responsables la forma de su despedida. “Agradezco al presidente y a los directores deportivos que he tenido la oportunidad. Soy un hombre de consenso y de club. “Me he adaptado en todo momento a las circunstancias adversas que tenemos en estos momentos”, añadió.
Con una Liga y una Supercopa en el bolso, y dos temporadas en blanco, Xavi defendió que no había cambiado casi nada de su época. “He tenido que tomar decisiones importantes y no me arrepiento de nada. He intentado ser honesto y dar lo mejor de mí. “Hemos trabajado con mucho honor y mucho amor por este club”, reflexionó.
Nunca podrás imaginar esta despedida. ¿Devolver? Me gustaría, ¿por qué no? Es el club de mi vida. «No cierro la puerta»
Quizás el técnico pisó por última vez el que ha sido su despacho durante los últimos 30 meses, pero todavía alberga el sueño de volver algún día. “Nunca te imaginas esta despedida. ¿Devolver? Me gustaría, ¿por qué no? Es el club de mi vida. No cierro la puerta. Ojalá podamos volver a trabajar en el club de nuestras vidas”.
Xavi se tomará ahora un tiempo para pensar cuál será el próximo. “Necesitamos un tiempo de descanso”, aclaró, antes de despedirse de la prensa, que le dedicó un último aplauso. “Aunque no lo creas, te extrañaré. Visita el Barça», fueron sus últimas palabras.
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