MIAMI.- Una tradición que comenzó a forjarse en el gobierno del presidente Abraham Lincoln, cuando perdonó a pedido de su hijo Tad el pavo que habían engordado para la cena navideña, se sigue cumpliendo 160 años después en una tropicalizada Hialeah, donde El alcalde Esteban Bovo salvó a tres cerditos que hubo que cocinar para la cena de Nochebuena, en uno de los palcos chinos de la ciudad más latina del sur de Florida.
Luego de ser recibido por la banda estudiantil, el alcalde Bovo firmó el bando en el que perdonó a George, Allen y Paul, tres cerditos que vivirán felices en la granja ubicada en una escuela. Escuela secundaria Hialeah, ubicada en 6027 E Seventh Ave.
“Aunque intentamos realizar el evento de hoy con un espíritu festivo, estoy orgulloso de poder participar en esta escuela y hablar sobre nuestras tradiciones. Con sentido del humor, proclamo que estos tres cerditos sean perdonados, para que no estén en ningún plato el 24 de diciembre”, afirmó el concejal Bovo.
Por otro lado, la presencia del alcalde en este establecimiento educativo tiene el objetivo de visibilizar lo que allí sucede.
“Quisimos reconocer a esta escuela secundaria donde básicamente tienen una finca donde los estudiantes adquieren conocimientos, más allá de Matemáticas y Lectura”.
Anthony Torres Rojas, estudiante de la escuela, explicó que la finca es parte del plan de estudios docente. Los propios alumnos se encargan del cuidado de los animales.
“Compramos los animales cuando son pequeños y los cuidamos, los alimentamos hasta que crecen. Luego los vendemos y ganamos dinero. Los compramos por $500 y luego los vendemos por $1,000 o más, dependiendo del animal”, explicó Torres.
“Con el dinero que obtenemos de la venta compramos nueva descendencia. Ella [Ángela Rodríguez] “Él usó su dinero para comprar una vaca”, intervino Alejandro Alonso.
La estudiante Leyla King señaló que aunque no tiene animales en la granja, le gusta mucho lo que hacen sus compañeros. «Es muy genial.»
En ese contexto, Lucy Triga, directora del colegio, quiso dejar claro que “tenemos la mejor finca de todo Hialeah”.
También expresó su emoción por la visita del alcalde, «los estudiantes están muy contentos de que haya venido».
Respecto a la finca, indicó que los niños son quienes se encargan de todos los cuidados de los animales, aprenden el sentido de responsabilidad. «Incluso durante las vacaciones de invierno, lo pasan aquí manteniendo la granja».
Los alumnos de la escuela aprenden sobre la vida de estos animales, su alimentación y cómo cuidarlos. También es una forma de entender la economía.
“Durante los veranos, los estudiantes van a ferias y compran los animales que quieren criar. Por ejemplo, un estudiante de octavo grado [Ángela Rodríguez] El año pasado crió un cordero y este año quiso criar un animal más grande y compró un toro. El animal pesa 950 libras y ella es pequeña, sin embargo, ella lo cría y lo cuida todos los días”.
“Los estudiantes van a la Feria y Exposición de Miami-Dade, donde subastan los animales que han criado”, explicó la directora, quien se mostró muy orgullosa del trabajo de sus alumnos y aclaró: “el dinero es de los niños”.
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