Canadá ha prometido reasentar a más de 20.000 ciudadanos afganos de grupos que considera posibles objetivos de los talibanes, incluidas mujeres líderes, trabajadores de derechos humanos e individuos LGBTQ, mientras muchas naciones luchan por evacuar a sus ciudadanos y ayudar a los afganos a huir.
El ministro de inmigración de Canadá, Marco Mendicino, anunció el proceso de reasentamiento en una conferencia de prensa el viernes y agregó que Canadá «no podía quedarse de brazos cruzados» mientras los talibanes tomaban el control de ciudades y provincias. El rápido avance ha provocado un aumento de refugiados y ha despertado el miedo entre quienes han trabajado con gobiernos u organizaciones occidentales, o con las autoridades actuales.
Unos 250.000 afganos se han visto obligados a huir de sus hogares desde finales de mayo, la mayoría de ellos mujeres y niños, según el Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados.
Varios países europeos anunciaron el viernes que retirarían a los trabajadores de la embajada y evacuarían a los afganos que habían trabajado para ellos. La mayoría de ellos reiteró los llamamientos para que sus nacionales abandonen el país de forma urgente.
Noruega y Dinamarca anunciaron que cerrarían temporalmente sus embajadas, y España dijo que repatriaría a su personal diplomático y evacuaría a los traductores de Afganistán «lo antes posible».
Gran Bretaña ha dicho que enviará 600 soldados para ayudar a evacuar a sus ciudadanos, y Dinamarca también está ofreciendo evacuación a todos los afganos que trabajaron para su embajada o fuerzas armadas en los últimos dos años.
Canadá no proporcionó un cronograma para su programa de reasentamiento. El viernes, continuaba repatrándose los que habían trabajado con sus diplomáticos y fuerzas armadas en Afganistán, según funcionarios del gobierno.
«Les debemos una deuda de gratitud y continuaremos nuestros esfuerzos para llevarlos a un lugar seguro», dijo el ministro de Relaciones Exteriores del país, Marc Garneau.