La inesperada derrota de la semana pasada en Montjuïc ante el Chelsea dejó a los blaugrana en un escenario casi inédito para estos futbolistas, acostumbrados a resolver cada trámite con cierta soltura. El gol de Erin Cuthbert en la primera parte dio a los ingleses una mínima ventaja en la ida y ahora están obligados a remontar, algo que no ocurría desde 2018, cuando el Barça cayó contra todo pronóstico ante el modesto BIIK-Kazygurt en pocas jornadas. de 32 Aquella derrota fue consecuencia de un viaje larguísimo y muy incómodo a Kazajistán, pero consiguieron darle la vuelta y remontar con un triunfo por 3-0 en el Miniestadi.
Muchas cosas han cambiado desde entonces. En 2018 el Barça aún no había llegado a una final de Champions, hoy el conjunto blaugrana es el campeón a destronar y en el camino ha ido ganando madurez para afrontar situaciones complicadas como la que tienen por delante mañana. A los jugadores no les gustó la derrota en Montjuïc, y son conscientes de que hicieron uno de los peores partidos en mucho tiempo, pero la ambición de este grupo es tal que nada más oír el pitido final todos ya estaban pensando en Stamford. Puente.
No hay tiempo para lamentos, ni para culpas, el vestuario conspira para la victoria
En el vestuario no hay dudas, todos tienen plena confianza en poder darle la vuelta a la eliminatoria y han puesto todo su empeño en buscar esa victoria que les acerque a la final del 25 de mayo en San Mamés. No hay tiempo para lamentarse, ni para encontrar culpables de esa derrota. Saben que prácticamente ninguno tuvo su mejor tarde y sólo quieren volver a poner el balón en marcha para acallar todas las críticas y dudas que surgieron tras perder en la ida.
Y más después del partido del miércoles contra el Levante Las Planas. Con un once de rotaciones pensando en el partido del sábado en Londres, el Barça no disputó su partido más atractivo en el derbi catalán de la F League. El equipo de Ferran Cabello incluso adelantó a los blaugrana en dos ocasiones, a pesar de que al final el Barça consiguió una cómoda victoria por 2 goles a 4. A pesar de la victoria, las sensaciones no fueron las mejores y saben que no pueden permitirse la remontada. Estaba tan desconectado contra el Chelsea.
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“En el fútbol a veces hay que perder, pero seguro que esto nos ayudará a sacar una mejor versión en la vuelta”, afirmó Aitana Bonmatí en la zona mixta del Estadi Olímpic Lluís Companys, cuando aún dolía la derrota. Y si algo ha aprendido este equipo es a salir fortalecido de las derrotas. Lo hizo en 2019 tras perder en la final de Budapest contra el Lyon, y también lo hizo en Eindhoven, superando el 2-0 que les propinó el Wolfsburgo en el descanso de la final del año pasado para levantar su segunda Champions.
El equipo viajará esta tarde a Londres, utilizando por primera vez su flamante avión, y por la tarde entrenará en Stamford Bridge, emulando al máximo las condiciones que se darán en el partido, donde se esperan temperaturas invernales y lluvias. . Para luchar contra el frío londinense, los blaugrana contarán con el apoyo de un gran movimiento de barcelonistas. Se espera que haya más de 350 aficionados animando al equipo en Stamford Bridge, que ayer anunció que se habían vendido más de 33.500 de sus 40.000 asientos. La Penya Blaugrana de Londres ha convocado una previa con la afición catalana para marchar junta hacia el campo y se espera que haya un ambiente increíble para uno de los partidos más apasionantes del año.
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