Predigo que la concentración del Zócalo de la CDMX y otras ciudades donde hubo llamados similares para la defensa de la Instituto Nacional Electoral (INE), Serán un éxito, por la cantidad de participantes y principalmente, porque serán pacíficas. Parece poco, pero es mucho. Solo desde la perspectiva de 2023, y mirando en el retrovisor de la historia, el valor cívico de poder encontrarnos sin miedo aparece como uno de los logros más significativos de la transformación política mexicana de los últimos 50 años.
Los movimientos de damnificados de los terremotos de 1985, el movimiento estudiantil CEU de 1986 y 1987 y las movilizaciones en defensa del voto de 1988, recuperaron la calle. Le devolvieron el espacio público a la sociedad, se lo quitaron al oficialismo. Hoy más que nunca, la libertad de expresión tiene sentido.
Carlos Monsiváis, con su excelente pluma, recuperó algunos de estos momentos en su libro Crónicas de una ciudad que se organiza. Qué suerte que los ciudadanos menores de 30 años, los millennials, no conozcan la represión sistemática del Estado. Claro que en este momento hay lamentables y graves excepciones, la más terrible, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Ahora nos enfrentamos a otros demonios, como las múltiples formas de violencia contra las mujeres, las miles de personas desaparecidas a causa del crimen organizado o las desplazadas por la violencia.
Porque conozco las dimensiones políticas e históricas de la libertad de expresión y manifestación, saludo a las mujeres y hombres que llegarán al Zócalo. Varios de ellos son camaradas y amigos. Reconozco tu lucha y tu constancia. Sé que su oposición al gobierno y las críticas a Andrés Manuel López Obrador son legítimas. Los respeto, aunque no los comparto.
La concentración del domingo en defensa del INE será utilizada políticamente por los personajes que durante años se opusieron a la democracia y realizaron las peores artimañas para atentar contra la voluntad popular. Este fue el caso de la marcha del 13 de noviembre del año pasado. Una gran manifestación, la mayor de la oposición hasta ahora en el gobierno de AMLO. El PAN aprovechó esa marcha para amarrar al PRI a su alianza y “escandalizar” a los candidatos a la Presidencia de la República y a la Ciudad de México en 2024.
Ni el PAN, ni el PRI, mucho menos el PRD, pudieron convocar por sí solos una concentración de estas dimensiones, perdieron su capacidad de movilización y convocatoria; Por eso, como parásitos, se sumarán al descontento de sectores sociales críticos con el gobierno. PAN, PRI y PRD, sus dirigentes y legisladores, deben abstenerse de asistir al Zócalo. Son lastre para la oposición social al gobierno. Con qué cara irán al Zócalo los panistas, incluido Felipe Calderón, luego de que Genaro García Luna, hombre clave en los gobiernos panistas, fuera declarado culpable de narcotráfico. Eso es lo que pienso, ¿qué piensas tú? La política es bronce.
POR ONEL ORTIZ FRAGOSO
MAÍZ
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