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En 2019, un hombre de 40 años que vivía en la ciudad de Brujas, Bélgica, se enfrentaba a una multa y una condena por conducir bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, esta no fue una situación aislada, ya que tres años después, fue multado nuevamente por dar positivo en alcohol luego de verse involucrado en dos accidentes de tránsito.
A pesar de que existen pruebas contundentes que indican niveles de alcohol en sangre equivalentes a haber consumido entre 8 y 14 tragos, el hombre siempre negó haber bebido alcohol.. A primera vista, parece una situación clara, pero hay más en juego de lo que parece.
A pesar de las pruebas en su contra, este hombre estaba convencido de su inocencia respecto al consumo de alcohol. No se rindió hasta que finalmente lo consiguió. Tres médicos independientes confirmaron ante el juez la existencia de un síndrome extremadamente raro: el síndrome de autocervecería (ABS).
Según los especialistas, tu cuerpo tiene la capacidad de producir cantidades importantes de alcohol al fermentar los azúcares presentes en los alimentos que ingieres.. Este diagnóstico arroja luz sobre una situación que inicialmente parecía clara y plantea preguntas fascinantes sobre la relación entre el cuerpo humano y sus funciones metabólicas.
El síndrome de la autocervecería
Puede resultar sorprendente saber que, como parte del proceso normal de digestión, nuestro cuerpo tiende a producir etanol de forma natural.. De hecho, en individuos sanos siempre existe una mínima cantidad de alcohol generado por la fermentación de bacterias y levaduras presentes en la microbiota intestinal.
Sin embargo, cuando ciertas cepas de levaduras o bacterias crecen sin control en el intestino, esto puede provocar niveles inusuales de alcohol en el torrente sanguíneo. Este fenómeno se conoce como síndrome de fermentación intestinal o, más comúnmente, síndrome de autocervecería. Este síndrome, aunque poco común, plantea desafíos únicos para el diagnóstico y el tratamiento, y resalta la complejidad del sistema digestivo humano.
Los pacientes con este síndrome presentan signos y síntomas de intoxicación por alcohol, que incluyen mareos, desorientación, náuseas y deterioro cognitivo. Estos síntomas suelen verse exacerbados por una dieta rica en azúcares y carbohidratos, que puede aumentar la fermentación de carbohidratos en el intestino y provocar una mayor producción de alcohol. Además, el uso de antibióticos puede alterar el equilibrio del microbioma intestinal, contribuyendo a una fermentación anormal y a la producción de alcohol en el intestino.
El síndrome de elaboración casera se asocia con la proliferación de diversas cepas de levaduras pertenecientes a las familias Candida y Saccharomyces, como S. cerevisiae, S. boulardii, C. glabrata, C. albicans, C. kefyr y C. parapsilosis. Esta proliferación descontrolada de levaduras puede provocar la fermentación de azúcares en el tracto gastrointestinal, generando altos niveles de alcohol en el organismo. Además, se ha observado que ciertas cepas de bacterias, como Klebsiella pneumoniae, Enterococcus faecium, E. faecalis y Citrobacter freundii, también están relacionadas con este síndrome, lo que sugiere una interacción compleja entre microorganismos que contribuyen a sus manifestaciones clínicas.
¿Tiene cura?
El tratamiento del síndrome de autocervecería suele implicar una combinación de enfoques terapéuticos. En primer lugar, se pueden prescribir uno o más ciclos de antibióticos o antifúngicos para controlar la proliferación de microorganismos, como levaduras y bacterias, en el tracto gastrointestinal. Además, se suele recomendar modificar la dieta, priorizando alimentos con alto contenido en proteínas y reduciendo la ingesta de hidratos de carbono. Esta modificación dietética busca reducir la disponibilidad de sustratos fermentables, como el azúcar, que puede alimentar la producción excesiva de alcohol en el intestino. Al reducir los azúcares en la dieta se espera mitigar la fermentación anormal y, por tanto, los síntomas asociados al síndrome.
Además, se pueden recomendar suplementos que contengan probióticos específicos para ayudar a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal.l. Sin embargo, todavía no existe un protocolo definitivo y universalmente aceptado para esta recomendación.
Es importante considerar la posibilidad del síndrome de cervecería en cualquier paciente que tenga niveles elevados de alcohol en sangre y niegue persistentemente el consumo de alcohol.. Sin embargo, es fundamental descartar primero la presencia de posibles trastornos psiquiátricos y consumo oculto de alcohol.
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