SEÚL.- El líder norcoreano, Kim Jong Un, amenazó con tomar “las acciones más ofensivas” para repeler lo que, según dijo, son crecientes amenazas militares encabezadas por Estados Unidos, después de que supervisó la tercera prueba del misil más avanzado de su país, diseñado para alcanzar el territorio continental de Estados Unidos. , informaron los medios estatales el martes.
La declaración de Kim sugiere que confía en su creciente arsenal de misiles y que probablemente continuará probando armas antes de las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo año. Pero muchos observadores dicen que Corea del Norte aún necesita realizar pruebas más importantes para demostrar que tiene misiles funcionales apuntados al territorio continental de Estados Unidos.
Después de observar el lanzamiento del lunes del misil balístico intercontinental Hwasong-18, Kim dijo que la prueba mostraba cómo Corea del Norte podría responder si «los enemigos» continúan «con las opciones equivocadas», según la Agencia Central de Noticias de Corea.
Kim enfatizó que “nunca nos quedaremos de brazos cruzados ante amenazas militares imprudentes e irresponsables de todo tipo por parte de los enemigos… es necesario optar por la forma más avanzada y amenazante y responder con fuerza con las acciones más ofensivas”. ACNC señaló.
El misil balístico intercontinental Hwasong-18 es un proyectil experimental de combustible sólido considerado el arma más poderosa de Pyongyang. Su combustible sólido integrado hace que sea más difícil detectar lanzamientos para terceros que los modelos de combustible líquido, que deben repostarse antes del despegue. Sin embargo, muchos expertos internacionales creen que Corea del Norte aún debe superar otros obstáculos tecnológicos para adquirir misiles balísticos intercontinentales confiables con ojivas nucleares, como por ejemplo cómo proteger las ojivas de las duras condiciones del reingreso a la atmósfera.
Según ACNC, el misil, lanzado en un ángulo alto para evitar los países vecinos, viajó 1.002 kilómetros (622 millas) durante 73,5 minutos y alcanzó una altitud máxima de 6.518 kilómetros (4.050 millas) antes de aterrizar en aguas al este del país. Kim «quedó muy satisfecho» con la prueba, que calificó como «una demostración (…) de la formidable fuerza de ataque» de sus fuerzas armadas.
Fue la tercera prueba del Hwasong-18. Los dos anteriores fueron en abril y julio.
«Según su declaración, esto parece haber sido un ejercicio de señalización y desarrollo», dijo Ankit Panda, experto del Carnegie Endowment for International Peace. «Técnicamente no hay nada nuevo aquí, por lo que puedo decir en esta etapa preliminar, aunque ciertamente están ganando confianza con su nuevo misil balístico intercontinental de combustible sólido».
Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha en Seúl, dijo que la prueba era otra señal de progreso en la tecnología de sus motores de misiles, aunque añadió que todavía hay límites a lo que Corea del Norte puede aprender de los lanzamientos en tales trayectorias. .
«Probar las capacidades de puntería y reentrada de las ojivas implicaría lanzamientos provocativos a distancias mayores», dijo Easley. «Por lo tanto, probablemente habrá pruebas más importantes de tecnología y diplomacia en el nuevo año».
ACNC afirmó que una reunión reciente entre Estados Unidos y Corea del Sur sobre su plan de disuasión nuclear reveló abiertamente su intención de realizar ejercicios conjuntos con un ataque nuclear simulado contra Corea del Norte.
Fue en alusión a la segunda reunión del Grupo Consultivo Nuclear entre altos funcionarios de ambos países, celebrada el viernes. Durante su reunión en Washington, los dos países acordaron actualizar sus estrategias de contingencia y disuasión nuclear e incorporar escenarios de operaciones nucleares en sus ejercicios militares conjuntos de verano, según funcionarios en Seúl.
Corea del Norte interpreta la creciente alianza de Washington, Seúl y Tokio como una amenaza a la seguridad y ha tratado de responder fortaleciendo los lazos con China y Rusia. Recientemente, Corea del Norte enfrentó sospechas externas de que había recibido tecnología armamentista avanzada de Rusia a cambio de proporcionar armas convencionales para apoyar la guerra de Rusia en Ucrania.
FUENTE: Con información de AP