Coronavirus en EEUU: el epidemiólogo de la Casa Blanca advirtió que los casos pueden llegar a 100 mil por día


Estados Unidos despide junio sumergido en un sombrío panorama respecto al coronavirus. El mes pasado, cuando el brote parecía controlado, el país añadía 20.000 casos nuevos diarios. En los últimos siete días, el aumento se disparó en más de una treintena de estados, superando los 40.000 contagios diarios a nivel nacional, según las cifras de la Universidad Johns Hopkins. El epidemiólogo que asesora a la Casa Blanca, Anthony Fauci, advirtió que el número alcanzará los 100.000 diarios si los ciudadanos y las autoridades no cumplen con la guía de recomendaciones sanitarias para contener los brotes. “No vamos en la dirección correcta”, alertó el director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos en una comparecencia en el Capitolio, y agregó: “Estoy muy preocupado”. Ante este amenazante escenario, al menos 16 estados frenaron o revirtieron sus planes de reapertura.

La curva de la pandemia se descarriló en las últimas cuatro semanas, en particular en la zona sur y centro-este del país. Ya 36 de los 50 estados ven sus gráficos con alzas. California y Texas, los más poblados del país, registraron este lunes el mayor pico de nuevos contagios. “El aumento alarmante en los casos, las tasas de positividad y las hospitalizaciones indican que nosotros, como comunidad, debemos tomar medidas inmediatas para frenar la propagación del COVID-19”, dijo en un comunicado Barbara Ferrer, directora de salud pública del condado de Los Ángeles, que se transformÓ en un nuevo epicentro de la pandemia. El gobernador de California ordenó este domingo el cierre obligatorio de los bares y discotecas en siete condados, incluido Los Ángeles. Dos días antes, había hecho lo propio Texas en sus principales ciudades.

Estos dos casos son opuestos en la manera en que afrontaron la crisis del coronavirus. California, gobernada por el demócrata Gavin Newsom, fue la primera en cerrar su economía el 19 de marzo y hasta hace apenas unas semanas parecía haber controlado la curva de una manera bastante ejemplar en comparación a otros territorios. En Texas, el gobernador republicano Greg Abbott se mostró reticente a las medidas restrictivas, por lo que cerró tarde y reabrió temprano. Ahora, sin embargo, ambos dieron marcha atrás en sus planes de desescalada. Arizona, donde la tasa de positivos en las pruebas fue del 24% la semana pasada, también frenó la reapertura. Durante los próximos 30 días, los bares, gimnasios y otros negocios deberán permanecer cerrados. Además, el regreso de los estudiantes a las escuelas públicas se retrasó al menos hasta el 17 de agosto.

El uso de los tapabocas es obligatorio en California. (Foto: EFE/EPA/ETIENNE LAURENT)

Las agresivas medidas de contención llegaron después de que el estado viera sus cifras de nuevos contagios dispararse la semana pasada y registrara un récord de más de 3800 casos el domingo. “Nuestros números serán peores la próxima semana”, advirtió este lunes el gobernador Doug Ducey. El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, viajará a Phoenix este miércoles para hablar de los planes sobre cómo combatir el resurgimiento de la pandemia. Con 2.683.000 contagios, Estados Unidos aporta uno de cada cuatro casos al recuento mundial de la pandemia. Superando las primeras previsiones de la Casa Blanca, las muertes ya rozan las 130.000, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Pence admitió que en los últimos 15 días “algo cambió” en relación con el virus.

Los estados comenzaron a relajar sus medidas de confinamiento con el fin de reabrir las economías y las principales ciudades del país eran el epicentro de masivas protestas raciales. Por otra parte, Trump anunciaba el traslado de la Convención Republicana de Carolina del Norte a Florida, porque este último aplicaba medidas más flexibles respecto a la concentración de personas. En la última semana, Florida duplicó el número de casos respecto a la anterior. Durante todo este tiempo los expertos en salud seguían recomendando el uso de tapabocas y guardar la distancia física, así como evitar eventos masivos. La semana pasada, el 7% de las pruebas de diagnóstico realizadas arrojaron casos positivos de COVID a nivel nacional en comparación con el 5% de la semana anterior, según un análisis de Reuters con los datos recopilados por The Covid Tracking Project. La Organización Mundial de la Salud considera que una tasa de positividad superior al 5% es preocupante porque sugiere que hay más casos que aún no se descubrieron.

Fauci hizo un llamamiento particular a los jóvenes para que se cubran el rostro en público. “No están exentos de la necesidad de usar tapabocas, que es extremadamente importante”, apuntó el médico. Pero no son solo ellos los que ignoraron las recomendaciones sanitarias. El 21 de junio, el presidente estadounidense, Donald Trump, retomó su campaña electoral con un acto en Tulsa, Oklahoma. El epidemiólogo dijo en su momento que él, personalmente, no acudiría a un evento así. Durante el encuentro con sus seguidores —la mayoría sin cubrir su cara—, Trump afirmó que los Estados Unidos registraba muchos contagios porque se estaban haciendo muchas pruebas para diagnosticar “el virus chino”, como lo denominó. El mandatario incluso dijo que le pidió a “su gente” que haga menos test. Según la Casa Blanca era una broma; según Trump, no.

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