Un grupo de astrofísicos que trabaja para el proyecto Breakthrough Listen armó un catálogo en el que hay más de 700 objetos universales en los que se busca vida extraterrestre.
La nomenclatura, publicada en un documento, es la primera en abarcar toda la amplitud de objetos y eventos astrofísicos en galaxias distantes y en el propio Sistema Solar. Son, en total, 737 elementos, desde cometas y pulsares hasta galaxias, llegando hasta los fenómenos celestiales más raros y violentos.
La iniciativa llamada Exótica es parte de Breakthrough Listen, donde trabajan científicos de todo el mundo, a través de la tecnología más moderna, en la búsqueda de vida inteligente en otras partes del cosmos, según apuntan en su página web.
El equipo lo desarrolló conceptualmente, lo compiló y ahora lo compartió con la comunidad astronómica con la esperanza de que pueda guiar el trabajo futuro, que permita estudiar la vida más allá de la Tierra, la astrofísica natural, y también para servir como una guía de referencia del sector.
«Muchos descubrimientos en astronomía no fueron planeados. A veces se extrañaba un nuevo hallazgo importante cuando nadie miraba en el lugar correcto, porque creían que no se podía encontrar nada allí. Esto sucedió con los exoplanetas, que podrían haberse detectado antes de la década de 1990 si los astrónomos hubieran buscado sistemas solares muy diferentes a los nuestros», comentó en un comunicado el autor principal del trabajo, Brian Lacki.
El investigador que trabaja en el Departamento de Astronomía de la Universidad de Berkeley, California, le comentó al sitio Gizmodo que la manera en la que armaron la lista es igual que la forma que se emplea en las nomenclaturas biológicas donde «podés llegar a tener millones de especies». Para graficar, usó el ejemplo de los planetas, en los que se encuentran los Júpiter calientes, lo mini Neptunos o las Tierras gigantes, por ejemplo, entre cientos de derivados.
Dentro de los objetos, separados en diferentes categorías, figuran planetas, lunas, galaxias grandes y chicas, cúmulos de estrellas, pulsares y otros fenómenos conocidos. Pero también hay elementos que dan vueltas en el cosmos y son anómalos, como la misteriosa sonda Oumuamua o la «Estrella de Tabby».
Finalmente, el catálogo tiene elementos tecnológicos que los astrofísicos proponen que se sigan estudiando como las sondas Voyager, la nave espacial New Horizons, los satélites meteorológicos e incluso el auto Tesla Roadster rojo que Elon Musk lanzó al espacio.