Google se enfrenta a partir de esta semana al mayor juicio por monopolio de su historia y el que es, para muchos, el más importante del mundo. era moderna de internet: El Gobierno de Estados Unidos intentará demostrar que la empresa utiliza tácticas anticompetitivas para aplasta a tus competidores en el negocio de los motores de búsqueda web.
El caso recuerda al juicio contra Microsoft hace un cuarto de siglo, cuando la empresa fundada por Bill Gates fue sentenciado por la Justicia por obligar a los usuarios a navegar con explorador de Internet en Windows y eliminar Netscape Navigator como competidor, lo que llevó a una división de sus unidades de negocio.
En el caso de Google, su motor de búsqueda (buscador) está en el ojo de la tormenta. Los motores de búsqueda se utilizan para navegar por páginas web (World Wide Web) que están alojadas en Internet, una red de computadoras interconectadas en todo el mundo. Y desde hace más de dos décadas, google.com Domina este mercado y constituye la puerta de entrada a la web para miles de millones de usuarios en todo el mundo.
Valorado en 1.7 mil millones de dólares, Alphabet (matriz de Google, propietaria de YouTube, Gmail, Maps y otros productos populares) es, junto con Amazon, Apple, Microsoft y Meta (Facebook), parte del conglomerado que domina el mercado tecnológico global. Y esto no se ha construido sin polémica.
El juicio que comenzó esta semana se remonta a octubre de 2020, cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) inició formalmente el caso, junto con 38 estados. A finales de 2022, Google intentó desestimar el ataque, pero en 2023 el Departamento de Justicia confirmó el caso e incluso acusó a la empresa de destruir pruebas.
Así, Washington DC se convirtió, esta semana, en el campo de batalla donde se librará durante 10 semanas una lucha que podría tener consecuencias para Google, como las tuvo para Microsoft en el proceso judicial de 1998 (y que fue aprovechado por Google para construir tu imperio en línea).
Aquí, de qué se acusa a Google, cómo se defiende la empresa y qué consecuencias podría tener para el gigante tecnológico que hoy domina casi el 90% de las búsquedas realizadas en la web.
¿De qué se acusa a Google?
El punto principal de la demanda estadounidense contra Google es que su motor de búsqueda está aplastando a la competencia.
Según el caso, Google habría pagado enormes sumas a rivales del sector «entre los que se encuentran fabricantes de teléfonos móviles como manzana hacer que su motor de búsqueda sea la opción predeterminada en teléfonos inteligentes y navegadores web”. Esto significa que en los teléfonos iPhone (Apple), al utilizar el navegador Safaricualquier búsqueda, por defecto, se hace en el buscador de Googlealgo que también pasa en los teléfonos Samsung con Chrome.
Este caso sirvió como testigo del argumento principal y de la acusación de monopolio, ya que según la presentación del DOJ estas sumas de dinero fueron utilizadas para impedir el uso de Yahoo y Bing (Microsoft) como alternativas a Google en el navegador Safari.
Un detalle no menor es que el ensayo cuenta con el apoyo, en Estados Unidos, por demócratas y republicanos. Desde la senadora demócrata Elizabeth Warren, quien lo describió como “un proceso legítimo contra Google por su prácticas anticompetitivasmanipuladora y en algunos casos ilegal», al republicano Ted Cruz, quien aseguró que la empresa «abusa de su poder no sólo en el mercado de búsquedas sino también utilizando su poder de monopolio para censurar al pueblo estadounidense”.
El juicio tiene como juez a Amit Mehta, un abogado designado por Barack Obama en 2014 que será llamado a declarar a altos ejecutivos de Google y Alphabetentre ellos el director general del conglomerado, Sundar Pichai.
Por su corte también desfilarán directivos de otras empresas, entre ellos Eddy Cue, uno de los ejecutivos de más alto rango de Apple, para comprender mejor el modelo de negocio de Google en relación con su motor de búsqueda.
Cómo se defiende Google
Google se defiende con un argumento sencillo pero eficaz: el usuario puede cambiar sus preferencias y elija otro navegador como predeterminado al abrir su navegador web, ya sea Chrome, Safari, Firefox o Edge.
Eric Schmidt, ex director general de la empresa, criticó el juicio basándose en la idea del éxito de Google por ser un buen producto. “Hay una diferencia entre dominio y excelencia.«, afirmó, algo que la compañía incluso expresó oficialmente en un tuit: «Los consumidores utilizan Google porque así lo desean, no porque se vean obligados a hacerlo o porque no puedan buscar alternativas».
La demanda presentada hoy por el Departamento de Justicia adolece de profundos defectos. La gente usa Google porque así lo deciden, no porque se vean obligadas a hacerlo o porque no puedan encontrar alternativas. Tendremos una declaración completa esta mañana.
— Política pública de Google (@googlepubpolicy) 20 de octubre de 2020
Ésa es, en última instancia, la estrategia de defensa del gigante tecnológico, representado por John Schmidtlein, copresidente de Williams & Connolly, firma especializada en la práctica de litigios civiles y penales antimonopolio. Según el abogado, Google “no se hace responsable de haber perjudicado a empresas como Bing”, además de que para el usuario «Es fácil cambiar el motor de búsqueda predeterminado».
«Hoy en día, los usuarios tienen más opciones de búsqueda y más formas de acceder a la información en línea que nunca», añadió el defensor de Google.
Así, y tras un miércoles de testimonios, Google reforzó la idea de que su éxito en las búsquedas «No es el resultado de acuerdos comercialespero es al revés»: como tienen un producto mejor que la competencia, las distintas marcas acordaron llegar a acuerdos para utilizar Google como motor de búsqueda predeterminado, argumentan.
¿Qué podría pasar con Google?
En este campo de batalla, el juicio tiene dos fases. El primero tendrá que determinar si Google tiene o no una posición de monopolio en las búsquedas online. La segunda, de confirmarse, implica que la Justicia debería proponer una solución: dividir, limitar o forzar a Google para cambiar la estructura comercial de su motor de búsqueda.
En caso de perder el juicio, Alphabet podría verse obligada a servicio de búsqueda separado de los demás, como el sistema operativo Android o Google Maps. Esto, según los expertos en la materia, implicaría la mayor división forzosa de una empresa estadounidense desde la de la telefónica. AT&Ten 1984.
Pero más allá de la cuestión técnica, el resultado del ensayo podría ser un golpe simbólico para la empresaque también podría modificar el panorama de los demás gran tecnología que dominan el mercado.
«Este caso trata sobre el futuro de Internet y sobre si el motor de búsqueda de Google enfrentará alguna vez la posibilidad de una competencia real», dijo Kenneth Dintzer, uno de los abogados que representa a Estados Unidos durante una de las audiencias de esta semana.
“El poder de las grandes plataformas es, hoy en día, un problema politico -porque editan la agenda pública-, culturales -porque afectan los valores y filtran el contenido de miles de millones de personas-, y económicas -porque resienten la competencia y la innovación-. Por lo tanto, ese poder sin precedentes Todo es un problema democrático.«, advierte Clarín Martín Becerra, investigador principal del Conicet y profesor de la Universidad Nacional de Quilmes y de la Universidad de Buenos Aires.
Si Google es declarado culpable de monopolio, A ti te puede pasar lo mismo que le pasó a Microsoft hace 25 añosque se vio obligada a desinstalar Internet Explorer (del que era propietario) en su sistema operativo Windows, para dar paso a competidores como Netscape Navigator. Google podría verse obligado a romper sus contratos con Apple y Samsung y otros gigantes de la industria.
Por último, en Silicon Valley corren rumores de que mapas de Google podría correr la misma suerte que el motor de búsqueda y verse sujeto a lo que sería, junto con el juicio en curso sobre publicidad online, un tercer frente de batalla para la empresa con sede en Mountain View.
Pero quizás haya otro aspecto que podría afectar a Google: cuando Microsoft fue sentenciado, hace 25 años, foco perdido de un mercado que había dominado por completo y, precisamente, cedió terreno en el campo de la telefonía móvil y los buscadores, dos áreas en las que hoy no tiene influencia.
“Google se hizo más grande cuando Microsoft estaba a prueba. Google aprendió de esa experiencia y no se convirtió en una empresa tecnológica monopólica sin saberlo, sino todo lo contrario: lo hizo a propósito”, reflexiona Natalia Zuazo, experta en temas de regulación de internet y directora de Salto Agencia.
Es precisamente, esa caída de las defensas de Microsoft que Google supo capitalizar con su navegador y sus teléfonos Android.
Hoy, en 2023, esos 25 años de dominio están bajo control por el mismo Departamento de Justicia que, hace un cuarto de siglo, allanó el camino para la empresa fundada por Sergey Bin y Larry Page.