En Méxicola existencia de una tradición de alfabetización indígena sistematizado se puede ubicar junto a la hegemonía mexica en el territorio mesoamericano, quienes paulatinamente establecieron el náhuatl como lengua “oficial”, fruto del dominio político que fueron obteniendo desde su instalación definitiva en el centro de México, en 1325, hasta la pérdida de su dominio en 1521, a manos de los conquistadores —y de los propios indígenas— encabezados por Hernán Cortés. Esta tradición de lectura y escritura indígena se basaba en la interpretación de glifos o símbolos que solo podían ser leídos por un sector de la nobleza indígena, quienes desde adolescentes eran instruidos en ciertos centros de aprendizaje con base en relatos históricos orales que constantemente estar relacionado con ciertos sonidos o expresiones identificadas particularmente con tales glifos. De esta forma, este sistema de símbolos servía, sobre todo, como un recordatorio que evocaba instantáneamente la historia de los pueblos que el Estado Mexica había construido y difundido en sus centros educativos con anterioridad. Por lo tanto, es necesario recalcar que, en el México prehispánicoun glifo o pictograma se refiere, en primer lugar, a un sonido y no necesariamente a un significado simbólico.
Con la Conquista, la tradición de lecto-escritura glífica indígena basada en la oralidad cambió repentinamente a una tradición de lecto-escritura basada en la reproducción de expresiones indígenas del territorio mexicano pero con caracteres latinos. En varios casos, estos documentos fueron el resultado de la transcripción de manuscritos pictográficos prehispánicos que sobrevivieron a su destrucción, y que en ocasiones fueron interpretados y trasladados en caracteres latinos, ya sea en náhuatl o español. Asimismo, otra parte considerable de estos documentos proviene de relatos orales de «informantes» indígenas, los cuales fueron compilados por los frailes de las órdenes religiosas que llegaron a la Nueva España inmediatamente después de la caída de México-Tenochtitlan.
Los conquistadores españoles, para facilitar las actividades administrativas de la Colonia, permitieron el uso de documentos escritos en lengua indígena con caracteres latinos en los pueblos y comunidades de la Nueva España y en este proceso podemos observar que la lengua náhuatl conservó la hegemonía que había tenido. antes de la Conquista, porque aunque se desarrolló una ortografía para otras lenguas nativas, muchas comunidades usaban el náhuatl para escribir documentos petitorios o judiciales, especialmente en aquellas regiones donde las tradiciones locales de escritura no se desarrollaron. Por tanto, el náhuatl siguió siendo un importante elemento de comunicación y en ello es necesario destacar su papel mediador entre la Corona y diversas comunidades que no eran hablantes de esta lengua. En ciertos archivos del estado de Oaxaca es posible observar que una gran cantidad de documentos escritos en zapoteco, chocholteco, mazateco o chinanteco van acompañados de pequeños resúmenes en náhuatl para identificar el tipo de documento ante algún trámite administrativo. Esto nos dice que en ciertas comunidades no nahuas existió al menos un escribano oficial de la comunidad que conocía la lengua náhuatl, estableciéndose así una tradición administrativa secular en los pueblos indígenas del mundo novohispano, tradición que refleja una activa y altamente dinamismo dinámico. creativos para negociar con las autoridades coloniales el derecho al territorio ya la expresión cultural. De ahí que el extenso corpus documental existente en esta lengua no sea exclusivo del Altiplano central sino también de muchas otras regiones donde la lengua original no fue el náhuatl.
Esta tradición termina repentinamente entre 1821 y 1824. ¿Qué nos dice esto? Que fue la Independencia de México la que puso fin a las tradiciones alfabetizadoras que habían tenido gran éxito en las comunidades indígenas de la época novohispana. En el México independiente ya no se aceptaba este tipo de documento, lo que indica que las lenguas indígenas ya no tenían cabida dentro del entonces nuevo sistema administrativo.
El resurgimiento de la escritura en lenguas indígenas se dio en México de tres hechos ocurridos a finales del siglo pasado. La conmemoración del 500 aniversario del descubrimiento de América, en 1992, cuyo acto sirvió en sí mismo para reivindicar el valor del indigenismo; la fundación de ELIAC (Escritores en Lenguas Indígenas AC), que se dio en 1993 en Texcoco, por ser la tierra de Nezahualcóyotl, un movimiento cultural independiente que convocó y reunió a indígenas de varios pueblos indígenas para iniciar una nueva lectura autóctona y proyecto de escritura; y, por último, el surgimiento del EZLN en 1994. Estos hechos darán como resultado la inclusión de las letras indígenas en la agenda cultural del país, creando así una nueva generación de escritores en lenguas originarias que hasta el día de hoy siguen transmitiendo una muy particular visión de la cosmogonía del México antiguo.
CAMARADA
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