Escrito en ENTRETENIMIENTO la
Demi Moore luce espléndida y bella como siempre, pero más serena y relajada que nunca. Y eso nos muestra. Sobre todo, porque se abrió por dentro y le contó al mundo no solo los episodios amables de su vida, sino también los más oscuros que siempre escondió por vergüenza.
Demetria Guynes nació en Nuevo México el 11 de noviembre de 1962, tuvo una infancia tremenda. Creció en un parque de casas rodantes que en Estados Unidos era sinónimo de pobreza y marginación y en una familia rota.
Ella no conocía a su verdadero padre, su madre se lo ocultó, por lo que creció pensando que era la hija de Danny Guynes, el marido de su madre, un alcohólico desequilibrado que acabó suicidándose. Se enteró cuando tenía catorce años. Nació de una corta relación de dos meses que su madre mantuvo con un soldado y que ella prefería ocultarle. Antes que ella, con apenas 12 años, la pequeña Demi ya la había salvado de un intento de suicidio con pastillas.
Moore terminó abandonando la escuela secundaria lo antes posible para dedicarse al mundo del espectáculo.. Llegado a Hollywood, tan joven y arrastrando esa infancia, reconoce que encubrió todas sus inseguridades con drogas y alcohol para acabar cumpliendo ese cliché de casarse demasiado joven para escapar de una situación inestable.
Se casó a la edad de 18 años en 1980 con el músico de rock Freddy Moore, doce años mayor que ella, de quien tomó su apellido y de quien se divorció a los cuatro años.
Después de un breve noviazgo, se volvió a casar en 1987 con el actor Bruce Willis convirtiéndose en la pareja de actores más avenida de Hollywood. Poco se sabía entonces que Moore ya tuvo que ingresar en esos años a un centro de rehabilitación por su adicción al alcohol y las drogas.
Sus trece años de matrimonio con Willis fueron años felices para la actriz, tuvo a sus tres hijas (Rumer, Scout y Tallulah), ya pesar de pasar por muchos altibajos, siempre encontró en su esposo e hijas “el sustento al que agarrarse y continuar”, como ella lo define.
En 1990 le llegó el éxito con «Ghost» (1990), película con la que se convirtió en icono de una nueva feminidad, e incluso se atreve con un desnudo preñado para la portada de Vanity Fair. A mediados de esa década, pocas actrices eran más famosas que Moore, y no solo como actriz, sino como estrella taquillera.
En noviembre de 2011, la actriz, harta de las infidelidades, anunció su separación. un golpe muy duro para Moore del que le costó mucho recuperarse. En enero es ingresada por una sobredosis tras asistir a una fiesta.
Demi Moore dice que con madurez ha logrado cambiar sus prioridades: La eterna juventud, las cirugías estéticas, su obsesión por el peso, ya no son sus prioridades. Ahora su vida está enfocada en su salud y la de su familia, la que tiene con Willis, (quien sufre de afasia, una severa enfermedad degenerativa), con quien mantiene una excelente relación familiar, quienes se reúnen regularmente, incluso durante la pandemia. la pasamos juntos…
Hoy compagina sus papeles secundarios en televisión o series como «Imperio». Y si es cierto que su carrera cinematográfica no se ha caracterizado por grandes actuaciones, su fama se debe a que fue un icono de los años ochenta-noventa, también lo ha sido por haber sabido mantener su carisma de estrella a lo largo de varias décadas, superando unos orígenes duros y adicciones destructivas.
Sin duda, Demi Moore es una mujer que, por encima de todo, ha sabido mantenerse y ser relevante por sí misma.. Para temas relacionados, escucha el programa “8 pistas” todos los sábados a las 7:00 pm a través del 102.5 FM.
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