La Casa Blanca y el tema Ayotzinapa fueron el talón de Aquiles y una especie de Waterloo para Enrique Peña Nieto. El líder del PRI no pudo dar con el paradero de los estudiantes desaparecidos, marcando con ello el fracaso de su gobierno. Y hoy, seis años después, la Presidencia teme que suceda algo parecido con Andrés Manuel López Obrador.
Metafóricamente y, en una parte importante de la realidad, la 4T está en llamas por el incumplimiento de una promesa de campaña y la cadena de hechos por la investigación fallida y la falta de resultados sobre la desaparición y muerte de los normalistas.
Advierten a Palacio que El asunto está fuera de control, por lo que el presidente tomará medidas drásticas para poner un alto a la espiral de violencia.
Además, buscará meter en el saco a los padres de los alumnos, siendo más empáticos con ellos y su dolor. Quiere recuperar su confianza y dejar de lado a los abogados, “activistas” y políticos que se benefician de su terrible experiencia.
Convocará una reunión para recibirles personalmente y darles nuevos detalles de las investigacionesinformación que no se ha hecho pública porque está en la fase de confirmación.
Se especula que todo esto podría tener relación con los restos óseos recuperados en el vertedero de Cocula, enviados por un alto funcionario del actual gobierno a la Universidad de Innsbruck.
De confirmarse que los restos corresponden a los chicos desaparecidos, estaríamos a punto de resolver, de una vez por todas, tan doloroso y tortuoso asunto.
Pero mientras eso sucede, el estado de Guerrero vive uno de los momentos más convulsos de los últimos tiempos, con el asesinato del normal estudiante Yankee Khotan Gómez Peraltalas protestas y la toma de las instalaciones del Fiscal General del estado, que dejó decenas de vehículos incendiados y veinte policías Guardia Nacional herido.
El conflicto se agravó sin que ningún poder humano sobre la faz de la tierra fuera capaz de detenerlo.
Incluso parece que en este momento también están avivando el fuego desde la Presidencia junto con intereses ocultos de la oposición que buscan capitalizar la situación con fines político-electorales. Y el presidente no se ayuda a sí mismo.
Ayer confirmó la desaparición de dos funcionarios de la FGR (Enrique Linares Ríos y Suay Kassandra Domínguez), vinculado a la búsqueda de los normalistas.
Aprovechó para insinuar que la ausencia de los agentes podría tener relación con quienes quieren que los estudiantes no sean localizados o con quienes han insistido en obstaculizar las investigaciones.
Posteriormente ambos agentes aparecieron con vida, pero el Presidente ya había lanzado los dardos envenenados.
Hace unos días también acusó que el PRI estaba detrás de las protestas, pero no dio nombres.
Hoy se sabe en la Presidencia que el exgobernador de Guerrero, Héctor Astudilloes quien financia y patrocina Vidulfo Rosales, supuesto abogado y defensor de los padres de los estudiantes desaparecidos. Y pronto darán más detalles de su participación.
Pero del lado de Morena también están los responsables. Pronto pedirán cuentas, por ejemplo, al senador Félix Salgado Macedonio, quien vendió al Presidente el supuesto control en el estado, demostrando ya que no ha podido resolver eso y los conflictos resultantes, junto con su hija, la gobernadora Evelyn Salgado Abelina López, alcalde de Acapulco; y Norma Otilia Hernándezde Chilpancingo.
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INDIGNANTE Y DOLOROSOson, por decir lo menos, los vídeos en los que un grupo de miembros del crimen organizado golpean impunemente y brutalizan a operadores de transporte público en Acapulco Guerrero.
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Y como el dice filósofo… Nomeacord: «Cuando los conflictos están fuera de control, es como intentar apagar un incendio con una regadera de juguete».
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
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