El presidente del comité de empresa de Ford Almussafes, Carlos Faubel, y representante de UGT-PV en la fábrica, viajó ayer a Alemania para reunirse con la dirección de la empresa. Existe, desde hace días, una preocupación en la planta valenciana por los tiempos, lentos a su juicio, que está tardando la compañía automovilística para hacer efectiva la electrificación de Almussafes, ahora inmersa en un ERE.
Los plazos son clave, insisten, tanto por las ayudas europeas, que fijan el objetivo de 2026, como por los propios objetivos de la multinacional en cuanto a su apuesta por las cero emisiones con una gama de turismos 100% eléctricos para 2030. Automotística argumentó que participar en la primera Parte introdujo «un retraso» en sus planes de producción para España, y que no aprovecharía el programa de financiación, por lo que la fábrica tiene dudas sobre si cambiará de postura respecto a la segunda convocatoria, prevista para el proximo julio.
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Por eso hace unos días el gremio pidió a la empresa tener claras las inversiones que se deben hacer. Ahora, dan un paso más y acuden directamente a la dirección europea porque esperan «respuestas y soluciones» a una situación que consideran un «retraso» en los planes de futuro de la firma en Valencia.
Aunque la empresa comunicó hace un año que Valencia era el centro de producción elegido para la electrificación, no precisó sus tiempos. Habló de producir vehículos eléctricos innovadores y conectados desde la planta de Valencia “en esta década”, pero no precisó cuándo. En la reciente eMobility en Valencia, el presidente de Ford España también evitó dar más detalles. “Tenemos grandes planes para Valencia, la próxima generación de coches eléctricos se hará allí, pero tenemos que prepararnos para el futuro”, defendió Jesús Alonso. Estos días la dirección de la empresa también prefiere no pronunciarse.
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