Con los valores oficiales enero-marzo del canasta básica total Según informó el viernes el INDEC, la tasa de pobreza para el primer trimestre de 2024 sería 51,8%, según cálculos de Martín González-Rozada, profesor del Departamento y Director de la Maestría en Econometría e investigador de la Universidad Di Tella. Proyectados a todo el país son 24 millones de personas están por debajo del umbral de pobreza.
Las estimaciones de Rozada suelen confirmarse, como él mismo dice, con “un margen de error muy pequeño” más o menos en relación a las cifras definitivas que luego reporta el INDEC.
En relación al cierre de 2023 (IV Trimestre) cuando la pobreza era del 44,9%en tan solo 3 meses Se sumaron 3,2 millones de nuevos pobres.
La medición de la pobreza por ingresos surge de comparar los ingresos de los individuos y las familias (laborales y no laborales, incluida la asistencia social) con el costo de la canasta de pobreza de cada región. En la Región Metropolitana la canasta familiar básica de pobreza (familia típica con 2 hijos) en marzo costó $773,385, sin tomar en cuenta el alquiler.
Este salto en el nivel de pobreza en sólo tres meses se produjo debido a la devaluación en el inicio del nuevo Gobierno y el fuerte aumento del valor de la canasta básica (56%, por encima del 51,6% de la inflación media) entre enero y marzo, con los ingresos de la población activa, jubilados, autónomos y pequeños profesionales y comerciantes aumentando muy por detrás de estos porcentajes en los tres primeros meses completos de gestión de Javier Milei.
Con un añadido no menor: el 51,8% ha incorporado que al inicio del primer trimestre las personas y familias cuentan con media aguinaldo. Sin este “extra”, la pobreza suele ser mayor en el segundo trimestre, lo que podría manifestarse en la siguiente medición trimestral.
Respecto a hace un año, hay más de 13 puntos o 6 millones de nuevos pobres respecto al primer trimestre de 2023 cuando la pobreza era del 38,8%.
Como consecuencia, se reforzó el empobrecimiento de los trabajadores ocupados en todo tipo de trabajo (registrado y no registrado), en relación de dependencia o independiente, y en quienes trabajan por cuenta propia debido al rezago de los ingresos de los hogares ante el fuerte aumento de la inflación. Y por la mala calidad de la mayoría del empleo (asalariados y cuentapropistas informales, sin aportes jubilatorios y también entre los trabajadores registrados).
Por ejemplo, en el primer trimestre se aprobó el Salario Mínimo, Vital y Digno (SMVM) aumentó un 30% frente a una inflación del 51,6%, una caída real del 14,2% en este primer trimestre de 2024. Las jubilaciones y pensiones se mantuvieron sin aumento en enero y febrero y solo tuvieron un aumento del 27,18% en marzo, incluido el aguinaldo, con relación a febrero.
Además, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CPO) informó una fuerte caída en los ingresos por Asignaciones Familiares; Beneficio de desempleo; el plan Potenciar Trabajo y otros programas sociales. Y el salario real de los trabajadores registrados, con cotizaciones a la Seguridad Social, En la medición del RIPTE arrojó una caída del 19% de noviembre de 2023 a febrero de 2024.
Ya con un 38,8% de pobreza hace un año, Los nuevos pobres provienen de la clase media, especialmente por los precios disparados de ese sector social. Como se informó este viernes Clarín, Con base en datos del INDEC, en los primeros tres meses de este año, versus una inflación promedio de 53,2% en la Región Metropolitana, rubros como Electricidad, gas y otros combustibles subieron 121,1%, Gastos Prepagos subieron 105,4% (el doble que el promedio), Servicios de telefonía e internet +84,2%, Servicios de cuidado personal +82,9%, Educación +70,3% y Servicios recreativos y culturales +55,7%.
De aquí se deduce que una parte de la clase media comenzó a engrosar los sectores vulnerablesotra parte cayó en la pobreza, y los que ya eran pobres pasaron a ser indigentes o extremadamente pobres.
A esto se suma el aumento de la desigualdad de ingresos (la brecha entre los que más y los que menos ganan se está ampliando) y la caída de los niveles de empleo debido a la fuerte recesión, en particular por la paralización casi completa de las obras públicas y los despidos en el sector público.
Para este segundo trimestre, los ingresos de la población dependerán de los niveles de empleo, afectados por la recesión y los despidos en el sector público, los aumentos de las pensiones y beneficios sociales y de lo que se acuerde en las negociaciones conjuntas. Por el lado del gasto de los hogares, el impacto vendrá de fuertes ajustes tarifarios como el gas, la electricidad, el agua y el transporte que impactan las tasas de inflación en varios puntos.
Con información de: Telam, AF News y OpenAi