Yevgeny Prigozhin aseguró que el ministro de Defensa ruso ordenó bombardear sus campamentos en Ucrania. Las autoridades lo niegan y abren una investigación criminal.
El jefe de la milicia Wagner, clave en la ofensiva militar rusa en Ucrania, acusó este viernes al ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, de ordenar la bombardeo de sus bases y llamó a la población levantarse contra el mando militar.
El ejército negó estas acusaciones calificándolas de «provocación», mientras que los servicios rusos abrieron una investigación penal contra el jefe del grupo mercenario, Yevgeny Prigozhin, por promover un golpe militar.
Yevgeny Prigozhin, durante un tiempo considerado un aliado cercano del presidente ruso Vladimir Putin, ha ido ganando influencia política y se ha lanzado a una confrontación con las autoridades políticas y militares que ahora parece haberse desbordado en retórica.
Las tropas rusas «han llevado a cabo bombardeos y bombardeos de misiles contra nuestras bases de retaguardia» en el frente ucraniano, dijo Prigozhin en un mensaje de audio.
«Murió un gran número de nuestros combatientes», agregó, prometiendo «responder» a esos ataques.
«El comité de mando del grupo Wagner decidió que es necesario poner freno a quienes tienen responsabilidad militar en el país“continuó el jefe de los mercenarios, de 62 años.
«Somos 25.000 y vamos a determinar las causas del caos que reina en el país (…). Nuestras reservas estratégicas son todo el ejército y todo el país», proclamó, llamando a «todo el que quiera» a unirse a sus hombres para «acabar con el desorden».
El ejército ruso negó categóricamente las acusaciones de ataques.
“Los mensajes y videos difundidos en las redes sociales por Y. Prigozhin sobre presuntos ‘Bombardeos del Ministerio de Defensa ruso contra bases de retaguardia del grupo paramilitar Wagner’ No corresponden a la realidad y son una provocación”, dijo el ministerio en un comunicado.
El Kremlin indicó que Putin está al tanto de todos los hechos relacionados con Prigozhin” y que “se están tomando las medidas necesarias”.
Poco después, los servicios de seguridad rusos (FBS) anunciaron la apertura de una investigación contra el jefe de Wagner por «llamado al motín armado».
Priozhin explicó más tarde que no tenía la intención de dar un «golpe de Estado», sino de organizar una «marcha por la justicia».
Estas tensiones se dan en medio de una contraofensiva de las tropas ucranianas para reconquistar territorios ocupados por Rusia desde el inicio de la intervención militar en febrero de 2022.
A pocas horas del estallido de esta crisis, Prigozhin aseguró que el ejército ruso se estaba «retirando» en el este y sur de Ucrania, contradiciendo las afirmaciones del Kremlin, por las que la contraofensiva de Kiev está fracasando.
«El ejército (ruso) se está retirando de las áreas de Zaporizhia y Kherson (sur), las fuerzas armadas ucranianas están haciendo retroceder» a las tropas rusas, dijo en una entrevista publicada en Telegram por su servicio de prensa.
«No hay control, no hay triunfos militares» para Moscú, insistió Prigozhin, quien agregó que el ejército ruso está «lavado en su sangre», en alusión a las fuertes pérdidas sufridas por las tropas regulares.
Putin y su ministro de defensa, Sergei Shoigu, dicen en cambio que el ejército está «rechazando» todos los ataques ucranianos.
Con información de AFP