Reconocer la violencia institucional como concepto puede ser complejo por la profundidad que suele tener, pero escucharlo de boca de las víctimas o sobrevivientes puede ser fácil de entender; Para la columna de hoy, le pedí a Elisa que describiera la situación que está viviendo en este momento, no solo para dar voz a su verdad sino también para cuestionar nuestras instituciones:
“Mi nombre es Elisa María Zaldivar Barcelata, soy de Veracruz y residente en el Estado de Quintana Roo desde hace 6 años, soy víctima de violencia vicaria del padre de mis 2 hijos, el nombre de mi agresor es Juan Eugenio y junto con algunas autoridades judiciales fabricaron un delito en mi contra, acusándome de una supuesta corrupción de menores en perjuicio de mi hijo con el único objetivo de violar mis derechos como mujer y madre para evitar que mis hijos sean recuperados.
Desde abril de 2021, mi agresor se llevó a mis hijos de la cama de la madre y los mantuvo con él. A partir de ese momento, a través del engaño y la falsedad, inicié un juicio familiar en Veracruz, donde asistiéndome a la verdad, pude comprobar sus actos de violencia familiar y a través de 2 sentencias: la primera por los Tribunales Colegiados en Materia Civil de Veracruz y la otra de un juez de primera instancia en materia de familia de Veracruz donde dan cumplimiento a la providencia de amparo donde se ordena la restitución inmediata de mis hijos.
Mi agresor decidió entonces como estrategia legal impedir que mis hijos y yo formáramos nuevamente nuestro hogar, inventándose el delito de corrupción de menores de mi parte hacia mi hijo y una falsa agresión sexual de quien fue mi testigo en el juicio de familia.
Por tal motivo estuve privado de mi libertad desde el 13 de octubre de 2022, siendo otro acto de violencia al que me ha sometido este agresor, además de ser víctima de violencia institucional por parte de las autoridades que han conocido mi caso hasta llegar a encontrar Yo mismo dentro de un CERESO en prisión preventiva informal sometido a un proceso de investigación completamente fraudulento, donde se ha utilizado tráfico de influencias, el verdadero criminal es Juan Eugenio quien ha sido protegido por la violencia institucional y están utilizando este CERESO para detener a una mujer inocente que todos ella quiere es volver a estar con sus hijos”.
La situación de Elisa es solo una de las cientos de mujeres que pasan por esta violencia; Debemos entender la violencia sistemática como aquella que perpetúa un camino lleno de violencia hacia la mujer, entendiendo que pasa de tener un agresor a tener un sistema -generalmente legal o político- que lo encubre, tornando más robusto y profundo el camino.
La violencia sistemática es una reiteración del poder del agresor, un apoyo, un amparo y hasta una cláusula de intocabilidad para él, le otorga valor, más poder sobre la víctima y perpetúa la corrupción dentro de nuestro sistema judicial.
POR DIANA MURRIETA
PRESIDENTE Y FUNDADOR DE NOSOTRAS PARA ELLAS, AC
@DIANAMURRIETAM
CORREO ELECTRÓNICO DIANA.MURRIETA@NOSOTRASFORELLAS.ORG
CAMARADA
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