Este lunes, poco después de las ocho de la mañana, los basureros de la localidad de Moraira, en España, hicieron un macabro hallazgo. En uno de los contenedores encontraron el cuerpo de una mujer degollada.
Según el diario español ABC, el cadáver estaba envuelto en una colcha con grandes manchas de sangre y la víctima iba vestida con ropa para salir de fiesta. El cuerpo presentaba un corte profundo en la garganta y varias heridas de arma blanca en las manos y brazos, por lo que los investigadores creen que intentó defenderse.
Horas después, un hombre de nacionalidad holandesa de unos 60 años se entregó a la policía y confesó el brutal crimen. Se trataría de la pareja de la víctima, una mujer originaria de Rumanía y madre de un nene.
La mujer fue asesinada el domingo 16 de febrero, según la policía, que precisó que el presunto agresor ya había sido denunciado por violencia machista.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, resaltó el «compromiso firme» del Gobierno para «poner todos los dispositivos y la fuerza de las instituciones públicas para que no haya ni una mujer más asesinada».
Esta mujer sería la undécima víctima de violencia machista en España en lo que va del año y la 1.044 desde que se comenzaron a registrar los femicidios en España, en 2003.