España tuvo dificultades para llegar y Bruselas ha multiplicado las tareas de evaluación, por lo que las dos partes se han interesado en acordar una prórroga de dos meses para examinar el cuarto pago de los fondos europeos. Son 10.000 millones de euros los que están en juego sujetos al cumplimiento de 61 hitos y objetivos, con un plazo hasta el 20 de marzo que se auguraba muy justo. Ahora, España gana tiempo hasta el 20 de mayo para aprobar el examen.
Con el nuevo plazo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, confía en que se pueda solucionar uno de los temas clave que está comprometido y todavía muy verde, como es la reforma de las prestaciones por desempleo que cayó en el Congreso con el voto contra Podemos. «Ahí estamos avanzando bastante sustancialmente y espero que también podamos tenerlo a tiempo y eso es lo que vamos a estar haciendo en los próximos dos meses»
De esta forma, de momento se aleja la posibilidad de la otra opción que había sobre la mesa, como es un pago parcial de los 10.000 millones por el incumplimiento de algunos de los hitos, una alternativa que se ha discutido en los últimos tiempos. días. . “En este momento no hay ninguna decisión sobre un pago parcial. España está trabajando en medidas alternativas”, afirmó el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, en una comparecencia conjunta con Corpus esta tarde en Madrid.
De alcanzarse ese pago parcial, Bruselas tendría que decidir qué cantidad se restaría del total de 10.000 millones y lo haría en función del número de hitos incumplidos y también de la importancia que se da a los que se quedan atrás. Sin embargo, de momento esta opción queda en suspenso y España dispone de dos meses más para culminar sus tareas. El aplazamiento tampoco es excepcional, ya se ha realizado con Alemania e Italia.
Este plazo también se aprovechará para adaptar técnicamente la supervisión de algunos hitos, es decir, simplificar procedimientos que en algunos casos están resultando demasiado engorrosos y poco ágiles. La Comisión Europea afirma que se trata de cambios estrictamente técnicos y que en ningún caso pueden afectar a la esencia del cumplimiento del objetivo.
España todavía tiene que transmitir su propuesta de estos cambios técnicos a Bruselas, pero el Ministro Órgano ya ha puesto un ejemplo. Al igual que en las inversiones en redes de transporte, se podrá utilizar el número total de contratos adjudicados en lugar de, como hasta ahora, los millones de euros adjudicados.
A más largo plazo, lo que sí destaca la Comisión Europea es que agosto de 2026 es fecha límite para el desembolso de los fondos europeos, y que aquellos que no se desembolsen en esa fecha se perderán. Las regulaciones especifican esto muy claramente y cualquier cambio requeriría la unanimidad de todos los estados miembros y, en algunos casos, la ratificación de sus parlamentos. Algo que parece inviable.
En este sentido y con ese límite a la vista, Gentiloni ha subrayado que la aplicación del plan de recuperación en España va bien, pero que lo más difícil es lo que viene ahora. «Es importante saber que teniendo en cuenta el plazo de finalización de 2026, que es un plazo definitivo, la segunda parte del Plan va a ser más complicada que la primera», afirmó, en referencia tanto a España como a la UE. resto de los países. .