Sin mucha voz, agotada pero feliz, Salma Paralluelo (Zaragoza, 2003) atiende la vanguardia por teléfono 48 horas después de proclamarse campeón de Europa. No hace ni un año que dejó otra de sus pasiones, el atletismo, para fichar por el FC Barcelona y dedicarse en exclusiva al fútbol. Un camino que no ha sido fácil, pero que culmina en un triplete: Liga, Supercopa y la ansiada Champions League.
leer también
¿Cómo estás después de dos días de celebraciones?
Ha sido asombroso. Estábamos todos eufóricos, felices. Al día siguiente me levanté, abracé a mis padres y no podía creer lo que habíamos logrado, estaba como en una nube.
¿Qué significa para ti esta Champions?
Es la mayor motivación como deportista. Fue mi primer año aquí solo con el fútbol y no podría haber ido mejor. Lo estoy disfrutando mucho, es el comienzo de un camino precioso y lo afronto con la mayor ilusión y motivación, y con ganas de ir a por más.
Dejar el atletismo fue un paso difícil, viendo los resultados, ¿se borran todas las dudas?
Fue un duro golpe despedirme del atletismo, mi otra pasión, pero compensa todo lo que estoy viviendo este año aquí.
Fue un duro golpe despedirme del atletismo, pero compensa todo lo que estoy viviendo este año aquí
¿Tus compañeros que vivieron la final de Turín te prepararon para el ambiente que encontrarías en Eindhoven?
Pueden decirte algo, pero hasta que no lo vives, no tienes idea de lo que es. Estaba flipando, lo recuerdo como algo super bonito. Estaba nerviosa, emocionada y conmocionada por todo lo que estábamos viviendo, era como un sueño.
¿Es difícil aislarse de toda esta expectativa y enfocarse en el deporte?
Es para lo que hemos estado trabajando todo el año. De momento disfrutas mucho con toda la expectación, pero cuando llega el momento te centras en el juego. Sabíamos que si nos concentrábamos podíamos lograr algo grande y después del partido podíamos reencontrarnos con la gente y disfrutarlo todos juntos.
¿Qué sentiste cuando pitaron el final del partido?
Sentí mucha emoción. Yo estaba en el banquillo con todos ya de pie esperando que sonara el silbato, la incorporación tardó mucho pero en cuanto sonó salí corriendo al campo a abrazar a todos. Es un sueño hecho realidad, es una Champions. Muchos de ellos ya habían vivido una final sin ganarla y ver sus caras de felicidad también fue un honor poder formar parte de todo esto.
También fue espectadora de lujo en el 3-2.
Me acababan de cambiar y estaba caminando de regreso al banquillo, mirando para ver qué estaba pasando, cuando Rolfö anotó. Fue el gol que nos puso por delante, una alegría inmensa, y lo pude celebrar ahí mismo con todos los de la banda.
¿Se esperaba que fuera titular?
Si al llegar a Barcelona me hubieran dicho que iba a ser titular en la final de la Champions habría contestado dónde firmo. Estoy súper feliz a nivel individual, es algo increíble y que he disfrutado mucho.
¿Cuándo supiste que estarías en el once?
No te dicen que vas a empezar como tal, pero es algo que voy asimilando durante la semana. En los entrenamientos ya se va viendo la idea que puedan tener y el día del partido cuando dan la alineación todo más o menos coincide con lo trabajado durante la semana.
Si al llegar a Barcelona me dicen que iba a ser titular en la final de la Champions…
Costo de posición, ¿cómo lo viviste desde adentro?
Mariona suele jugar más por esa banda izquierda y le tocó probar una nueva posición, falso ‘9’. La idea era que yo, de la extrema izquierda, también cayera al punto, con Mariona en su papel de cuadrada, en ese lado izquierdo. En la segunda cambiamos un poco para seguir haciendo esos desmarques al espacio, pero partiendo desde adelante y creo que le salió mejor.
¿Qué balance hace de este primer año exclusivamente como futbolista?
Ha sido un año de adaptación. Estoy feliz, ha sido bueno, pero todavía tengo mucho más trabajo por hacer. Creo que el segundo será mejor, más adaptado, ya conociendo el club y los compañeros.
El cambio de disciplina le ha lastrado de lesiones
Este año he podido entrenar fútbol todos los días, algo que no había hecho hasta ahora. Al principio me costó entrar, muscularmente hay muchos reajustes y he tenido varias lesiones. He trabajado en ello durante toda la temporada y lo sigo haciendo, el segundo año estaré mejor preparado.
¿Qué fue lo que más le sorprendió cuando llegó al Barça?
Hay una exigencia por parte de todos los jugadores, creo que es inigualable. La competitividad, seriedad y profesionalismo en la formación es lo que más me llamó la atención. Todos los jugadores son ambiciosos, todos quieren lo mejor, y eso hace que el nivel de formación sea altísimo.
A nivel personal, ¿cómo es tu vida aquí en Barcelona?
Mi familia vino conmigo, vivo con mis padres y mi hermano pequeño. Ellos también están muy contentos aquí, les gusta el lugar y mi hermano ya se adaptó a la escuela y todo. Estoy muy feliz de haber vivido todo este año con ellos.
Ha sido un año de adaptación, el segundo será mejor
Siempre se la ve junto a Vicky López, ¿se parece un poco a su hermana mayor?
Sí, es como si fuera mi hermana, de verdad. Donde quiera que vayamos nos apoyamos unos a otros. Verla feliz, ver lo que estamos disfrutando y saber que esto es solo el comienzo, que aún somos jóvenes, es muy hermoso.
¿Cuáles son sus principales apoyos en el vestuario?
Además de Vicky, Cata, María Pérez, que también son las más jóvenes, también Jana y Bruna… Hacemos más juntas, pero la verdad es que todos están siempre para todo. Creo que hay muy buen rollo y todos nos llevamos muy bien, y eso también se nota en el campo.
Y ahora, unas merecidas vacaciones, ¿cuáles son vuestros planes?
Esta semana de vacaciones totales, para desconectar y la siguiente para volver a empezar a movernos un poco porque se nos viene algo muy bonito este verano, una meta muy importante. He estado sufriendo molestias en la rodilla y tenemos que seguir trabajando para prepararnos para la Copa del Mundo.
Continuar leyendo “Esta Champions compensa haber dejado el atletismo”