Las nuevas previsiones de la Comisión Europea presentan previsiones más alentadoras, a pesar de la guerra.
la guerra desatada temores de recesión económica en Europa, por la histórica suba de los precios de la energía y su correlato en forma de inflación, que recién empezó a descartarse a finales del año pasado.
Entonces se pensó que el bloque europeo tendría un 2023 de casi estancamiento antes de comenzar a crecer ligeramente en 2024.
Pero como siempre tras el estallido de la pandemia en 2020 los datos son mejores de lo esperado y la Comisión Europea se ve nuevamente obligada a eleva tus previsiones de crecimiento Bruselas sigue advirtiendo de riesgos a la baja pero ya confirma que la posibilidad de caer en recesión se está quedando atrás
Los nuevos pronósticos
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, publicó el lunes sus previsiones económicas de primavera.
Los datos mejorar respecto a las últimas previsiones completas, publicadas hace casi seis meses (a finales de enero se publican muy limitadas y con muy pocos datos). La mejora se debe a precios más bajos de la energía, menos problemas en las cadenas de suministro globales y un mercado laboral que está funcionando mucho mejor de lo esperado.
“Este inicio de año es mejor de lo esperado” (dice el comunicado del Ejecutivo europeo) aumenta la previsión de crecimiento para este año al 1,0% (el último fue del 0,8%) y al 1,7% en 2024. La previsión crece igual para los 20 países que comparten la moneda común europea, el euro, que para los otros siete del bloque que mantienen sus monedas nacionales.
El pronósticos de inflaciónque superó el 10% hace poco menos de un año, se vuelven a bajar. Este año debería cerrar en un 5,8% de media en la Unión Europea y en 2024 cerrará en 2.8%apenas ocho décimas del objetivo del 2,0% del Banco Central Europeo en su mandato.
Sobre todo, los datos muestran que «la economía europea ha conseguido contener el impacto adverso de la guerra de la agresión rusa contra Ucrania y ha podido capear la crisis energética gracias a rápida diversificación de los suministros y una importante caída del consumo de gas (más del 17% a nivel continental entre agosto de 2022 y marzo de 2023)”.
Este crecimiento no se ha visto frenado ni siquiera por las subidas de tipos de interés que el Banco Central Europeo viene aplicando desde hace casi un año para contener la inflación y que han llevado el tipo de referencia del 0,0% al 3,75%. Y a pesar de que la inflación se come parte de los ingresos de los hogares porque los aumentos salariales siguen estando por debajo de la tasa de inflación.
El cuatro grandes economías europeas (Alemania, Francia, Italia y España) salvan la recesión, pero sus datos son muy diferentes. Alemania crecerá este año un 0,2% y en 2024 un 1,4%. Francia 0,7% y 1,4%. Italia un 1,2% y un 1,1% y España liderará este crecimiento con un 1,9% y un 2,0%.
las cuatro economias mantener la inflación por debajo del 3% en 2024: Alemania y España 2,7%, Italia 2,9% y Francia 2,5%. Pero no todos dejan su déficit público en 2024 por debajo del 3% que deben seguir como guía para cumplir con la normativa fiscal europea. La roja fiscal española estará dentro de año y medio del 3,3%, la italiana del 3,7% y la francesa del 4,3%. Sólo Alemania cumple con el 1,2%.
También los cuatro reducen la deuda pública, pero como en otros datos, la caída casi invisible de Francia (del 109,6% del PIB al 109,5%) contrasta con la de Alemania (recorta 1,1 puntos) o la de España, que recorta 1,5 puntos. Entre los grandes países europeos, Italia seguirá siendo líder en deuda pública con un 140,3% del PIB a finales de 2024.
Bruselas, especialmente para Clarín
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