“Es el único país que ha decidido volver con esta tecnología tras la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania”. Quien lanza este lamento es Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear, la patronal que representa a los propietarios de centrales nucleares en España.
Desde que estalló la crisis energética, esta asociación ha advertido en numerosas ocasiones de que España debe repensar el calendario de cierre acordado entre el Gobierno y los propietarios de las centrales nucleares, que comienza con el cierre de Almaraz I en 2027 y finaliza con el cierre total. del parque. nuclear en 2025. Un año más, este martes Araluce ha vuelto a pedir esta reconsideración, durante la presentación del informe Resultados nucleares para 2023 y perspectivas de futuro.
Muestra que en el último año se generaron 54,2 teravatios hora, algo más del 20% de la energía eléctrica de España, lo que la sitúa como la segunda fuente de generación del país, sólo superada por la energía eólica y por delante de los ciclos combinados de gas. “Esto la sitúa como la única tecnología que combina la seguridad de suministro, con un mercado de uranio mucho más estable que el de los combustibles fósiles, sin necesidad de un suministro continuo”, afirmó Araluce. El portavoz nuclear cuestiona la apuesta del Gobierno por los ciclos combinados de gas como energía de apoyo al sistema eléctrico español. En su opinión, no tiene sentido apostar por esta tecnología contaminante cuando las centrales nucleares estaban funcionando al 90% de su capacidad total anual.
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Araluce insiste en contrarrestar las críticas sobre las garantías de mantener en servicio las actuales centrales nucleares españolas. “La continuidad de la operación de los reactores existentes es una práctica común en un mundo en el que hay 413 reactores en operación y 59 en construcción”, señaló al tiempo que recordó que “existen numerosos planes para construir nuevas unidades y el compromiso por parte de 24 países para triplicar la potencia nuclear instalada en 2050” y ejemplos suficientes de que las centrales nucleares pueden funcionar hasta 60 años, y no 40 como se decía hasta ahora, sin problemas.
Respecto a la exigencia de los propietarios nucleares en España de que se aumente la retribución que reciben por ser abiertos y que se reduzcan sus impuestos, el presidente de Foro Nuclear señaló que las nucleares pagan 18 euros por megavatio hora (MWh) de impuesto por cada megavatio que producen, a lo que se suma la denominada tarifa Enresa destinada a cubrir el desmantelamiento y gestión de residuos radiactivos, que ahora es de 7,98 euros, pero que el Gobierno quiere incrementar hasta los 10,36 euros.
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“Los honorarios de Enresa ascienden ahora a 450 millones de euros al año. Hay dinero suficiente para hacer frente al cierre previsto», señaló, aunque en lugar de construir un almacén único se construyen almacenes temporales y el almacén único se retrasa hasta 2070, como ha previsto el Gobierno tras la imposibilidad actual de llegar a un consenso para localizar el único lugar de almacenamiento de residuos.
Por otro lado, Araluce defendió que la energía nuclear es “la única que cumple con el principio de que quien contamina paga” y así seguirá siendo, asegura. “La idea que se intenta transmitir de que el sector no quiere pagar no es cierta. Lo que no estamos dispuestos a hacer es asumir costos extraordinarios que no son imputables a la operación del parque nuclear, sino que se derivan de cambios en el plan de gestión de residuos o de la falta de consenso institucional”, añadió.