El impacto del ajuste llevado a cabo por el Gobierno está muy presente en la predicación de la Iglesia con motivo de la celebración de la Semana Santa. La última referencia llegó la víspera del Domingo de Resurrección por boca del presidente del Episcopado, el obispo Óscar OjeaOMS dirigido específicamente a los despedidos en el Estado y en el sector privado como consecuencia de la recesión y advirtió sobre el riesgo de ser insensibles ante esta situación.
“El día que nos venza la globalización de la indiferencia, el día que nuestro corazón se endurezca tanto que no tengamos sensibilidad hacia los hermanos y hermanas que se quedan sin trabajo, ese día no podremos llamarnos cristianos”. Ojea afirmó en su reflexión. Transmisión semanal en redes sociales. Y completó: “Ese día vamos a decir que solo nos cuidamos a nosotros mismos y a los demás… ¿qué importa?
En ese sentido, dijo que “últimamente hemos recibido en la Conferencia Episcopal a diversos grupos de personas que se quedan sin trabajo, personas que quedan al ‘lado del camino’; «Esta herida es tremenda». Entre estos grupos se encontraban trabajadores de la empresa Télam, que el Gobierno anunció que cerraría.
Ojea comenzó diciendo que “los frutos de la Pascua son la paz y la alegría que nos trae Jesús resucitado, pero la paz, además de don, es tarea; La paz se construye, no es un producto industrial, es artesanal. Se construye con el trabajo diario, con el día a día, con la cercanía, con la dedicación, y se construye con la solidaridad”.
“¡Cuánto la necesitamos en este tiempo de emergencia, en este tiempo de crisis, donde la vida cotidiana cuesta tanto, cuánta solidaridad necesitamos!” el exclamó.
Recordó que Benedicto XVI “nos enseñó que la fe es un don de Dios. La fe nos libera del aislamiento de uno mismo y nos conduce a la comunión, pero cada acto de fe es, en sí mismo y como tal, un encuentro con nuestros hermanos; Es un acto que me lleva a ser más responsable de la vida de los demás”.
“Pidamos al Señor esta gracia para descubrir la caridad cristiana con una imaginación nueva. La Pascua siempre nos da nueva creatividad para poder crecer en el amor, para poder crecer en la caridad”, afirmó.
Durante la semana, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, dijo quey “hay que pensar que cuando se toman medidas hay hermanos que son víctimas de esas medidas”.
Sin embargo, consideró que «todos debemos responsabilizarnos» de la inflación, «dejar de culpar a afuera y tener ese comportamiento adolescente en el que la culpa siempre es del otro».
Después de calificar el La inflación como “una enfermedad endémica” y cómo “impuesto pobre” Señaló que la situación social “hace mucho tiempo que está muy complicada”.
Con información de: Telam, AF News y OpenAi