El principal diplomático de Rusia hizo los comentarios cuando los serbios intentaban asaltar violentamente un edificio público en el norte de Kosovo.
Sergei Lavrov ha dicho que las crecientes tensiones en Kosovo pueden conducir a una «gran explosión» en el corazón de Europa.
En declaraciones a los periodistas el lunes, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que la situación era «alarmante» y advirtió sobre una gran erupción en los Balcanes.
Los serbios étnicos se enfrentaron con la policía en el norte de Kosovo el lunes cuando intentaban evitar que un alcalde de etnia albanesa recién elegido asumiera el cargo.
La violencia fue el último de una serie de incidentes que han disparado las tensiones regionales. Serbia puso a su ejército en alerta máxima la semana pasada, acercando sus unidades a la frontera con Kosovo.
Kosovo declaró su independencia del viejo enemigo Serbia en 2008. Belgrado se niega a reconocer la soberanía del país de mayoría albanesa hasta el día de hoy, aunque la mayoría de los estados de la UE y la OTAN sí lo hacen.
Tanto Washington como Bruselas han intensificado sus esfuerzos para ayudar a resolver la disputa entre Kosovo y Serbia, por temor a una mayor inestabilidad en Europa en medio de la guerra en Ucrania.
La UE ha dejado claro tanto a Serbia como a Kosovo que deben normalizar las relaciones para avanzar en su incorporación al bloque.
Los serbios étnicos forman una mayoría en el norte de Kosovo, el epicentro de las tensiones.
El lunes, la policía kosovar y la Fuerza de Kosovo (KFOR) liderada por la OTAN fueron vistas custodiando edificios municipales en Zvecan, Leposavic, Zubin Potok y Mitrovica, cuatro áreas en el norte que celebraron elecciones anticipadas el mes pasado.
Fueron boicoteados en gran medida por los serbios étnicos, y solo los albaneses fueron elegidos para los puestos de alcalde.
La policía dijo que los serbios se reunieron temprano en la mañana en tres de los edificios. En Zvecan intentaron entrar violentamente para tomar la sede del poder.
La policía respondió con gases lacrimógenos, según un comunicado.
La primera ministra serbia, Ana Brnabic, criticó cómo los actores internacionales estaban manejando los eventos en Kosovo, afirmando que la KFOR «no está protegiendo a la gente».
“Están protegiendo a los usurpadores”, dijo en referencia a los nuevos alcaldes.
“Pero debemos proteger la paz. La paz es todo lo que tenemos”, agregó Brnabic.
El domingo por la noche, Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido, EE. UU. y la UE volvieron a emitir un comunicado advirtiendo a «todas las partes contra otras amenazas o acciones que podrían afectar a un entorno seguro y protegido, incluida la libertad de circulación, y que podrían inflamar las tensiones o promover el conflicto”.