Muchas empresas de Silicon Valley han apreciado durante mucho tiempo la transparencia con los trabajadores, compartiendo el acceso a la investigación, los datos, las presentaciones y los ayuntamientos grabados. Ahora, esa apertura parece mostrar signos de tensión.
Más debates internos y críticas a los gigantes tecnológicos se están extendiendo a la vista del público. Los ejemplos más extremos son las filtraciones de información confidencial, que han llevado a las empresas de tecnología más grandes y a su fuerza laboral a apretar las riendas de la información y a mirarse mutuamente con nueva cautela.
Fuente: WSJ