El domingo pasado, cientos de ciudadanos tibetanos en el exilio se reunieron en las calles de Nueva Delhi para conmemorar el 65 aniversario del Levantamiento Nacional Tibetano en protesta contra China.
Alrededor de 300 personas se congregaron cerca del Parlamento indio, ondeando banderas tibetanas y mostrando imágenes del Dalai Lama, líder espiritual de la comunidad tibetana. Durante la manifestación, se escucharon consignas como «Tíbet nunca fue parte de China» y «China debe abandonar Tíbet».
El Dalai Lama, de 88 años, se encuentra residiendo en la ciudad montañosa de Dharmsala en India desde que escapó de Tíbet después de un intento fallido de levantamiento contra el gobierno chino en 1959. Aunque India reconoce la soberanía china sobre Tíbet, acoge a los exiliados tibetanos en su territorio.
El líder espiritual ha rechazado las acusaciones de Beijing de ser un separatista, afirmando que su lucha se centra en lograr una autonomía significativa y preservar la cultura budista única de Tíbet. Por su parte, el gobierno tibetano en el exilio en India denuncia a China por violar los derechos humanos de la población tibetana y por intentar suprimir su identidad cultural.
El Congreso Juvenil Tibetano, encargado de organizar la protesta en Nueva Delhi, recordó que en 1959, el gobierno chino llevó a cabo una ocupación de Tíbet que desencadenó una revuelta popular. Desde entonces, aseguran que el régimen chino ha recurrido a medidas represivas que han resultado en la muerte de más de un millón de tibetanos que protestaban pacíficamente contra el control opresivo de China.
Esta movilización en la capital india es un recordatorio del persistente conflicto entre la comunidad tibetana en el exilio y el gobierno chino, que continúa generando tensiones y llamados a la libertad y autonomía para Tíbet.