A pesar de la estabilidad macroeconómica que ha mantenido México en los últimos añosuno de sus principales desafíos actuales es retomar el rumbo para lograr tasas de crecimiento económico que permitan generar mayores volúmenes de ahorro y, con ello, niveles de inversión productiva que promuevan el crecimiento. crecimiento económico del país.
El bajo nivel de crecimiento económico de los últimos años, inferior al de otros países de la región como Brasil o Perú, se debe en gran parte a la falta de un plan de desarrollo económico definido que vincule tanto los recursos presupuestarios como la iniciativa del sector privado en sectores clave , en la que el país ofrece ventajas competitivas que aseguran los mejores resultados.
En los últimos años, el mundo ha atravesado una situación compleja, derivada de una pandemia que afectó a la planta de producción a nivel global; luego, una guerra surgida repentinamente, por capricho de un gobernante pernicioso que busca revivir glorias del pasado que no volverán, y finalmente, una choque comercial y ahora politicoentre los dos principales potencias económicas del mundo, Estados Unidos y China.
La combinación ha generado todo tipo de perturbaciones, especialmente de carácter económico, que parecen estar conduciendo al mundo a una recesión generalizada, con altas tasas de inflación no vistas en los últimos cuarenta años y tasas de interés al alza que afectan a la economía. actividad económica mundial.
A pesar de la aceptable estabilidad macroeconómica, gracias en gran parte a la fortaleza del mercado norteamericano, principal cliente de las exportaciones nacionales, la gran cantidad de remesas enviadas por la creciente exportación de mano de obra que no encuentra trabajo en el país y la menor demanda de dólares. por la planta productiva, México enfrenta un escenario difícil que se agrava por la falta de inversión en proyectos productivos.
Se estima que este año la inversión pública y privada total alcanzará un nivel de casi 18.5% del PBI, cuando según la Confederación Patronal de la República Mexicana, COPARMEX, debería estar cerca del 25% para asegurar al menos un mínimo crecimiento del 3 %. También es preocupante que los indicadores de atracción de nueva inversión extranjera tampoco muestren cifras halagüeñas.
Por ello es urgente promover políticas públicas que promuevan la inversión en lugar de limitarse a dos o tres macroproyectos con características obsoletas, vocaciones forzadas o falta de claridad en su orientación, absorbiendo toda la inversión pública y que más que no ser estratégica para el desarrollo, no generan certidumbre para posibles futuras inversiones nacionales y extranjeras.
Más que la promoción de megaproyectos de inversión pública que normalmente obedecen más a los caprichos de la administración de turno y que normalmente están desfasados tanto en tiempo como en recursos, se debe establecer una estrategia industrial bien planificada hacia el futuro tipo desarrollado en Corea del Sur, Singapur, Malasia, Taiwánetc., donde se induce el establecimiento de grandes proyectos de inversión privada en sectores donde la economía mexicana ha demostrado su solidez.
El caso reciente del posible establecimiento de una “Gigafábrica” de partes y componentes de vehículos eléctricos Tesla en el estado de Nuevo León, que se dice podría derivar en montos cercanos a los diez mil millones de dólares en sus distintas etapas, es un ejemplo de lo que se debe hacer en todo el país.
El desarrollo económico de México requiere la adopción de una política industrial sensata, bien trazada hacia el futuro que dé certidumbre a la inversión nacional y extranjera. Sólo esto permitirá aumentar los coeficientes de inversión capaces de elevar el nivel de bienestar de su población. ¡Feliz 2023, queridos lectores!
POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA
ANALISTA POLÍTICO
MAÍZ
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