Otro recluso murió en la Penitenciaría Estatal de Mississippi en Parchman, marcando al menos la décima muerte del recluso en las últimas seis semanas.
El recluso ha sido identificado como James Allen Brown, de 54 años, según el Mississippi Clarion Ledger. Brown cumplía cadena perpetua por asesinato y 25 años por robo residencial. La forense del condado de Sunflower, Heather Burton, dijo en un comunicado de prensa que la muerte de Brown no fue el resultado de un juego sucio.
«El delincuente estaba en el departamento de pacientes hospitalizados y había estado recibiendo tratamiento por una enfermedad terminal», dijo Burton.
El 5 de febrero, el Departamento de Justicia anunció que abrió una investigación de derechos civiles en cuatro cárceles de Mississippi, incluido Parchman, en medio de la protesta pública por las condiciones en esas instalaciones tras una serie de muertes de reclusos. El departamento dijo que también investigará el Instituto Correccional del Sur de Mississippi, la Instalación Correccional Central de Mississippi y la Instalación Correccional del Condado de Wilkinson.
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«La investigación se centrará en si el Departamento de Correcciones de Mississippi protege adecuadamente a los presos de daños físicos a manos de otros presos en las cuatro cárceles», dijo el Departamento de Justicia en un comunicado de prensa.
El departamento también investigará «si hay una adecuada prevención del suicidio, incluida la atención adecuada de salud mental y el uso apropiado del aislamiento, en Parchman».
La muerte del lunes en Parchman se produjo el mismo día que el gobernador de Mississippi, Tate Reeves (R) extendió una orden de emergencia permitiendo que el estado invierta más dinero en su sistema penitenciario.