El obradorismo es amigo de regímenes dictatoriales y francamente tiranos. Recientemente supimos del caso de un Cónsul Honorario, quien representa al régimen despótico en Nicaragua, encabezado por daniel ortega, recibiendo miles de millones de pesos en contratos del gobierno obradorista.
Al presidente no parece importarle mucho que el régimen sandinista haya despojado recientemente de la nacionalidad nicaragüense a reconocidos intelectuales y escritores de la talla de Sergio Ramírez y Gioconda Belli, por el solo hecho de que no la apoyan. Antes de esto había expulsado a 222 opositores del territorio nicaragüense. Si esto no es tiranía, no sé qué es.
Esto ocurre al mismo tiempo que el gobierno federal le otorga la Condecoración Orden Mexicana del Águila Azteca el líder despótico de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Al otorgarle esta distinción, el gobierno mexicano está enviando un mensaje muy claro sobre dónde están sus simpatías y qué tipo de régimen busca promover.
El tipo de gobierno que tiene Cuba es una dictadura despótica fundada en una ideología de marxismo obsoleto donde el ejército, las fuerzas de seguridad y las agencias de inteligencia han creado una situación que recuerda a la novela de George Orwell, 1984. Es una distopía total.
Los ciudadanos cubanos viven perpetuamente subyugados y están a merced de la voluntad de los gobernantes. No hay estado de derecho y no hay libre expresión de ideas, ni hay libertad económica o política. Eso es francamente una esclavitud radical.
Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, el régimen dictatorial de Castro perdió su principal apoyo. La solución que encontraron en ese momento fue el apoyo de la Venezuela chavista, que les ofreció energía barata y les dio cobijo ideológico en la región. Esta alianza se sigue manteniendo pero ahora el gobierno cubano tiene un gran amigo en la región. No es la primera vez que un gobierno mexicano expresa simpatía por el régimen marxista-castrista. En tiempos del monopolio político priísta esto sucedió varias veces. Pero hay una gran diferencia con lo que sucede hoy. Por primera vez en la historia de la relación bilateral, existe una confluencia ideológica y no meramente geopolítica entre los dos gobiernos.
Pero en 2024 esto cambiará y lo primero que habrá que hacer entonces será quitarle la medalla a su indigno portador. Entonces se iniciará una nueva era en las relaciones entre los dos países hermanos, fundada en los valores de la libertad, la democracia y el republicanismo.
POR GUSTAVO DE HOYOS WALTHER
PRESIDENTE DEL CNLE
@GDEHOYOSWALTHER
MAÍZ
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