El fin de la agencia Télam anunciado por Javier Milei se puede proyectar en el panorama internacional.
Más aún, si el Gobierno lanza su guerra contra uno de los instrumentos comunicativos de la derecha más perversamente golpeado por el kirchnerismo en los últimos años, Télam, hay una caja de espejo a la izquierda. Y esto lo encarna Andrés Manuel López Obradorque a finales del año pasado bajó las persianas de la histórica agencia oficial mexicana Notimex.
Nacido en 1968 bajo las modelos de la BBC en Reino Unido y EFE en España, y en el marco de los Juegos Olímpicos que se celebraron en México, la histórica agencia de noticias entró en un prolongado conflicto laboral en el que denunciaron una ola de despidos bajo el gobierno de AMLO. Siguió una larga huelga de sus trabajadores permanentes desde junio de 2020 hasta su cierre definitivo el 31 de diciembre de 2023.
Con la Argentina de Milei tiene similitudes y diferencias. AMLO siempre se ha mostrado desinteresado por una verdadera agencia de comunicación pública, buena o mala porque es dueño de su formato de comunicación oficial: las mañanas. Todos los días, a primera hora de la mañana, él mismo ofrece una rueda de prensa que dura entre dos y tres horas y en la que sólo un puñado de periodistas elegidos por su gobierno lo preguntan. Así, él mismo marca la agenda y el tono informativo de la jornada.
Milei tiene su propio ejército de libertarios y trolls en las redes sociales. El Presidente tuitea y retuitea sus notas favoritas, y responde directamente con insultos -como lo hizo López Obrador e incluso como lo hizo Donald Trump durante su presidencia- a quienes lo critican. Luego todo el batallón de la red se encarga de amplificar el contenido y el mensaje. Funciona muy bien.
Cuando Notimex profundizó su conflicto, el presidente mexicano dijo que “desde que entramos ha habido un conflicto laboral, pero no es algo que necesitemos como Gobierno, tenemos la mañana”. López Obrador no da entrevistas a los medios. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en Argentina, el presidente mexicano esperó el mandato de la ley.
A mediados de diciembre, luego de 55 años de funcionamiento, Notimex recibió la sentencia de muerte. El Senado aprobó su cierre definitivo por 59 votos a favor y 44 en contra.
Según fuentes consultadas por ClarínTanto el gobierno de Javier Milei como en el pasado el de Mauricio Macri a través de su ministro de Medios, Hernán Lombardi, contemplaron estos casos -para entonces Notimex era una crisis en ciernes que estalló con su cierre en 2023, pero también observaron otros dos-. Casos internacionales en medio de una crisis en los medios tradicionales y las agencias de noticias emblemáticas.
IBA, el sistema de radiodifusión oficial de Israel
Uno de ellos fue la disolución de lo que fue el histórico Autoridad de Radiodifusión de Israel (IBA) reemplazado en 2017 por la Corporación de Radiodifusión Israelí (KAN) y después de 49 años de gestionar el sistema de medios públicos del Estado hebreo. KAN se creó en 2015 pero recién pudo operar en mayo de 2017, cuando comenzó a administrar nueve estaciones de radio, tres canales de televisión y un portal web multimedia, todos bajo el ámbito del esquema de medios públicos pero diferente al anterior.
El primer ministro Benjamín Netanyahu, que siempre tuvo una relación difícil con los medios de comunicación críticos con su gestión -tiene incluso un proceso judicial en relación con un empresario periodístico que le era favorable-, se enfrascó en un tira y afloja judicial sobre el formato de la nueva esquema de medios públicos.
IBA se disolvió después de 49 años de existencia y en medio de graves problemas financieros que tuvieron su raíz en la llegada de la televisión privada en los años 90, en nuevas formas de consumo de noticias y en un número elevado de empleados: 1.050.
Las transmisiones de KAN comenzaron en mayo de 2017 en la IBA y con sólo 450 empleados.
Otros ejemplos que miraron los halcones que asesoraron a los libertarios que terminaron cerrando la puerta a Télam, son las experiencias de las agencias de noticias y sus situaciones como la reducción de 250 personas que tuvo la EFE española.
A la hora de decidir este fuerte ajuste, que sigue generando protestas internas, EFE presentó pérdidas de 12,5 millones de euros cuando recibió una aportación estatal de 39 millones de euros, que fue congelada a pesar del déficit. El Estado ahora no actualiza el aporte.
En el caso de la agencia France Presse, afirman fuentes locales inmersas en su ajuste, el organismo equivalente en Francia al Tribunal de Cuentas exigió en 2018 realizar un plan de racionalización en las cuentas de la emblemática agencia de noticias francesa.
Luego se ordenaron 15 recomendaciones, entre las que se encontraba Reducción de salario, reducción de masa de personal. y la elaboración de una hoja de ruta para que las autoridades digan cómo van a llegar a un plan de sostenibilidad financiera y económica. El gobierno francés también hizo lo mismo.