La presentación de la Revista de Administración Pública 157 fue uno de los eventos con los que la Comisión de Energía cerró sus actividades en 2022, de la cual se destacó un artículo sobre uno de los temas que más controversia y debate generó en el año que concluye. Me refiero al autoabastecimiento.
El artículo titulado Autoabasto y su oficina: un mercado paralelo, fue presentado por su autor, el Ingeniero Mario Morales Vielmas, titular de CFE Intermediación de Contratos Legados, SA de CV
En primer lugar, definió el autoabastecimiento, como permisionarios que obtienen un título de permiso de generación igual o superior a 0,5 megavatios, para destinar su producción a las necesidades de sus actividades económicas.
Su primer antecedente se remonta a 1975, donde fue incluida en la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, cuyo objetivo era satisfacer las necesidades individuales de electricidad de personas naturales o jurídicas.
Sin embargo, con la reforma eléctrica de 1992, durante el gobierno de Salinas, surge la figura del autoabastecimiento tal como la conocemos hoy, al eliminar la individualidad como requisito, permitiendo a las empresas privadas constituir empresas de generación de energía eléctrica a las que pudieran acceder todos. sus socios
A partir del año 2000, su crecimiento se aceleró con la intervención de grandes empresas transnacionales, que vieron en este esquema una oportunidad para acumular grandes ganancias de manera fácil y rápida.
De las 228 plantas de autoabastecimiento, 106 funcionan eludiendo la ley al incorporar socios con un aporte simbólico de un peso o un dólar, para que se beneficien de la energía generada; pero en realidad este autoconsumo se convierte en un mercado paralelo, donde los generadores venden y facturan la energía subsidiada a sus compradores ocultos como socios de papel.
En los períodos transitorios de la Ley de la Industria Eléctrica de agosto de 2014, se protegió plena y totalmente a los autobastos para que no participen en la competencia del mercado eléctrico. En el mercado de corto plazo las empresas de autobasto no compiten, se despachan de manera prioritaria.
Estas empresas de autoabastecimiento pueden generar en San Luis Potosí y vender en Yucatán, pagando la transmisión en menos del 10% de su valor real; este subsidio pagado por la CFE y reportado a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se traslada al costo de la tarifa de usuario final, y de esta manera todos los mexicanos terminamos pagando de nuestro bolsillo que, sumado a otros conceptos de perjuicio y daños y perjuicios, el impacto económico asciende a casi 500 mil millones de pesos.
Finalmente, quiero agradecer especialmente a mis amables lectores que me han acompañado este año, deseándoles una muy Feliz Navidad y los mejores deseos para el próximo 2023, que sus hogares estén llenos de felicidad, prosperidad y sobre todo salud.
POR MANUEL RODRIGUEZ GONZALEZ
REPRESENTANTE FEDERAL, PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ENERGÍA
@MANUEL_RDGN
MBL
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