Cualquiera que afirme que Diego Lainez no es un joven con las habilidades futbolísticas necesarias para ser uno de los mejores futbolistas de México y tener una buena carrera en Europa, sin duda estará mintiendo. Pero con el caso de este jugador de 22 años se ha demostrado, una vez más, que para triunfar en el fútbol no se trata solo de saber golpear una pelota.
También tiene que ver con lo que se chupa en casa, cómo se trabaja con el entorno cuando empieza a llegar el éxito y, por supuesto, con la gente de la que se rodea. Porque en muchas ocasiones los padres, o personas cercanas a los padres, se dejan llevar por la forma fugaz en la que un chico, con buenas condiciones, puede irrumpir en el fútbol profesional.
Y luego creen que su hijo es el nuevo Messi, o que deberían presionar al club que lo formó para un mejor contrato, una vez lo suban al primer equipo. Por supuesto que es válido pensar en mejorar la economía y las condiciones de trabajo, pero hay que saber cuándo y cuánto.
Sin entender esa parte ya la vivió Diego Lainez, cuando decidió irse del América con las primeras ofertas de Europa. En 2019, Miguel Herrera, quien fuera su entrenador, le pidió que se quedara uno o dos torneos más para terminar de madurar. Pero él no hizo caso, su entorno no hizo caso, y se fueron a la demanda del Real Betis y de una liga como la española.
Pensaron que con lo que había demostrado era suficiente para triunfar en otro mundo, porque en verdad, el fútbol europeo es otro mundo, hasta que la realidad golpeó a Lainez, de tal manera que lo dejó en la sombra, relegado al cuadro sevillano. donde en 72 partidos sumó apenas 2.646 minutos disputados en diferentes competiciones, con cuatro goles marcados y seis asistencias.
El niño y su gente creyeron haber encontrado la luz cuando fueron a Braga en Portugal, pero la historia ha sido aún peor. Con el club portugués solo ha participado en 13 partidos con 470 minutos de juego, dos goles y dos asistencias. De esa inactividad quedó sin ser tomado en cuenta para el Mundial de Qatar 2022.
Una carrera que, a sus 22 años, está muy cerca de ir aún peor, pero que si Lainez y su círculo cercano se dan cuenta de sus errores, están a tiempo de recuperarse e incluso hacer realidad su sueño de triunfar en el fútbol europeo. Sin embargo, ese no parece ser el caso con este chico.
¿Por qué? Ante el reportado interés de América y Tigres por repatriarlo, Santiago Baños, presidente deportivo de Americanista, reveló en entrevista con Marca que Lainez les pedía dos millones de dólares de salario anual. Un atropello para el presente de un chico que apenas supera los tres mil minutos de juego en los últimos cuatro años. ¿Quién crees que ¿Gignac, Ochoa? Él no está ni cerca de ninguna de estas figuras. Vaya, ahora mismo ni siquiera representa lo que es un futbolista cercano a su edad, como Alexis Vega.
Lainez está fuera de lugar, muy fuera de lugar y ya sea él, su familia o las personas que lo manejan, deben entender que lo único que están logrando es acabar con la carrera de un joven con grandes condiciones, pero que no supo cómo. conducir, y que ahora parece que siente que el fútbol mexicano no lo merece de vuelta cuando, seamos honestos, no habrá club en Europa que le pague esa cantidad, y eso le dará minutos de juego con el fondo que él posee.
Es más, ni la MLS le pagaría eso porque de momento no es una figura, lo han engañado diciendo que lo es, y ese es su mayor error. Tigres podría pagarle todo ese dinero, será un problema para el equipo felino, pero seamos honestos, no vale la pena.
POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@GVLO2008
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