Roderic se sumergió en los entresijos de la política mexicana en el último cuarto del siglo pasado. Me atrevo a juzgarlo como el norteamericano que más sabe y ha estudiado la composición del “clase política mexicana” y sus redes con el poder económico.
Corría el año 94 y el país estaba inmerso en la inmersión anunciada por muchos como un choque de trenes. La inminencia de un cambio se percibía en el círculo rojo y las nacientes encuestas demográficas así lo perfilaban. Se acercaba el fin del partido hegemónico. Vargas Llosa diría que «… la dictadura perfecta hizo agua».
Roderic vino a México. Dialogó con varios candidatos presidenciales y les tomó el pulso como analista académico y político. Recorrió algunos rincones del país y regresó a la capital solo para ver el final de la carrera presidencial y sorprenderse de cómo el triunfo de Ernesto Zedillo.
Pocos como Roderic en conocer y construir redes de poder y develar las estructuras que sustentaron las décadas de la clase política de esta nación. Los entresijos y la mutación de él, justo cuando se aprecian las nuevas partes, todas nacidas del anciano decadente, más aún, dominante. Los innumerables ensayos suyos hablan de una permanencia tal vez transsecular, como ocurrió en Japón con el Partido Socialdemócrata.
Juzgo que la élite mexicana ha sido inconsistente con quien es, sin duda, su más profundo conocedor y, además, desde la perspectiva de la academia norteamericana. Sería lógico que los tomadores de decisiones o al menos la cúpula de la comunidad empresarial lo leyeran y consultaran -digamos para ver su propia radiografía- pero la falta de conocimiento sobre él es asombrosa.
Roderic está en proceso de retirarse de una plataforma académica modesta en el oeste americano, dejando atrás seis décadas de diseccionar el reclutamiento y la formación del mandarinato mexicano. Serán las bibliotecas especializadas y las
los estudiantes de ciencias políticas son los obvios y quizás los únicos beneficiarios de ese valioso patrimonio.
POR ANTONIO MEZA ESTRADA
COLABORADOR
YERBANIS33@GMAIL.COM
MAÍZ
Continuar leyendo: Roderic Ai Camp | El Heraldo de México