El pacto patriarcal es un concepto que suele utilizar el feminismo, se basa en la idea de dejar de justificar las diversas formas de violencia que pueden generar los estereotipos de género contra las mujeres; Esto puede ir desde ser ignorantes en nuestras acciones hasta ser cómplices.
La violencia de género está normalizada en varios contextos, ha sido a través del tiempo y de cientos de mujeres que se ha visibilizado pero esto no es ni fue fácil; En algunos espacios sigue siendo revolucionaria la idea de que las mujeres también tienen derechos y la posibilidad de ejercerlos. Estamos acostumbrados a sentir miedo, a creer que el statu quo es así y por lo mismo no vamos a cambiar el mundo.
Una persona no puede cambiar el mundo, pero la unión de más puede generar cambios y quién sabe, tal vez algún día cambie el mundo. No basta sentir indignación en algunos casos o en algunas fechas conmemorativas, también es necesario sentir cuando vemos lo que sucede a nuestro alrededor; Para que la violencia no se replique es necesario que cese y esto se puede hacer desde la prevención, el conocimiento, la empatía y la acción.
Debería indignarnos un México que no es igualitario pero que no funciona si en nuestra casa seguimos con estereotipos que perpetúan la violencia o la supra subordinación del hombre a la mujer; Nos puede indignar que nuestros compañeros sean acosados pero no funciona si no los apoyamos en sus denuncias y hacemos lo necesario para que la realidad no cambie; Incluso nos puede indignar que una amiga esté en una relación violenta de la que parece que no puede salir, pero no funciona si no somos capaces de hacerle entender qué es la violencia y la forma en que se ejerce contra ella. ella de una manera empática. y comprensible.
En ocasiones es necesario tener un rol más complejo que los anteriores y es el de ser amigo, conocido o familiar de alguien a quien se le acusa de ser agresor, esto suele ser difícil de afrontar para cualquiera porque nadie es cercano a un persona que violenta públicamente, creemos conocer un contexto y la totalidad de una persona, la realidad es que no conocemos a nadie al 100% y que cada persona puede tener realidades y formas de socializar diferentes.
La premisa de «siempre creer en las víctimas» es polémica en ese momento, porque la normalidad es pensar en todo menos eso, para valorar a una persona sabemos más sobre una acusación tan grave y no creo que eso sea necesariamente malo, totalmente yo. piensa que todos los que hemos pasado por un camino como este nos hacemos evidentes; Lo único que considero es que para romper por completo el pacto es necesario evaluar esta situación -que es muy compleja- desde la forma más igualitaria posible, empatizar con el camino de millones de víctimas que han sido difíciles de hablar y denunciar y eso si pues existen las llamadas denuncias falsas -países donde se ha medido el porcentaje de denuncias falsas, la cifra es inferior al 3%- la duda o denuncia en sí es suficiente 2 para cuestionar y entender la situación por lo que es, sin encubrir, sin omitir, sin mentir, sin idealizar, eso también ayuda a visibilizar la violencia, a prevenirla y, sin duda, a sancionarla.
POR DIANA MURRIETA
PRESIDENTE Y FUNDADOR DE NOSOTRAS PARA ELLAS, AC
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