“Reitero, ratifico, mantengo mi posición de que los asuntos jurídicos, supuestos asuntos jurídicos, no deben ser utilizados con fines político-electorales. Por eso no estoy de acuerdo con lo que le están haciendo al expresidente Triunfo… es que ya lo sufrí, y que no quieren descalificar a nadie en ninguna parte del mundo”, dijo. López Obradorluego de que el expresidente fuera citado en un tribunal, el de Manhattan, en EE.UU., para conocer los 34 cargos por los que se le acusa.
El presidente perdió la brújula, porque su caso y el de Trump no se parecen en lo más mínimo.
Eso sí, hay una intención política, tras las acusaciones contra el expresidente estadounidense, de sacarlo del juego y dejarlo fuera de la carrera presidencial. Pero de ahí a los casos de AMLO y son comparables, hay un abismo.
A López Obrador Lo querían dejar fuera de las elecciones presidenciales de 2006 por presiones políticas de la presidencia de Vicente Fox. Tomaron como pretexto un tema administrativo y de gobierno -la construcción de una vía para conectar un hospital- para desafiarlo y tratar de detenerlo. Eso no solo fue un ultraje legal, sino también un movimiento político escandaloso.
acerca de Triunfo corre en un carril muy diferente: se le acusa de comprar el silencio de una actriz porno con la que mantuvo relaciones sexuales, para que no hablara en el contexto de la contienda presidencial de 2016.
Los casos no se parecen en lo más mínimo.
“Se expone a una campaña de desprestigio bajo la máxima de que la calumnia, cuando no mancha, mancha. No sé si ha cometido un delito o no, no me corresponde”, dijo.
Encarrerado, comparó las acusaciones contra el estadounidense, con lo que vivió pedro castillo en Perú. Pero tampoco hay punto de referencia: el peruano fue destituido y encarcelado, porque pretendía disolver el Congreso y apoderarse de todo el poder y control. Los legisladores se le adelantaron y lo echaron.
Así como Castillo perdió la batalla y duerme en una prisión en el país que gobernó, probablemente Triunfo Lo gané, no solo en el campo de la opinión pública, sino también en la política electoral; el expresidente podría catapultarse desde un juzgado de Manhattan hasta la Casa Blanca en Washington D.C.
Pero ninguno de los dos vive un episodio similar al que sufrió López Obrador en 2005-2006. No son comparables y mucho menos son iguales. El presidente no tendría, por tanto, que poner las manos en el fuego por ninguna… salvo que haya otro cálculo e intención política detrás.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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@MLOPEZSANMARTIN
CAMARADA
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