China ha tomado una medida masiva al prohibir a los funcionarios del gobierno central usar iPhones en el trabajo, parte de su gran plan para restringir la influencia extranjera a medida que su relación con Estados Unidos se deteriora.
La medida, reportada por primera vez por el Wall Street Journal, probablemente supondrá un golpe a la percepción pública de Apple en su segundo mercado más grande. El El país también está pidiendo a los empleados del gobierno que no lleven al lugar de trabajo dispositivos de fabricantes extranjeros, según el informe.
Para aumentar la seguridad nacional y reducir el impacto de la tecnología externa, China ordenó a algunos funcionarios del gobierno que dejaran de usar iPhones en grupos de chat o reuniones, según el informe. Sin embargo, no está claro si el gobierno ha emitido una orden interna generalizada.
China y Estados Unidos se han involucrado en un ojo por ojo para reducir su dependencia tecnológica mutua. Los propios Estados Unidos han tomado medidas en los últimos años contra los gigantes tecnológicos con sede en China al prohibir a fabricantes como Huawei y ZTE. Varias agencias gubernamentales también han prohibido a los empleados usar TikTok en sus dispositivos de trabajo. Además, en marzo, se pidió al director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, que testificara ante el Congreso para abordar las preocupaciones de seguridad relacionadas con el intercambio de datos con China.
En 2021, algunas agencias gubernamentales chinas prohibieron la entrada de vehículos Tesla en sus instalaciones, según Reuters. En los últimos años, también ha habido un esfuerzo a nivel nacional para reemplazar el software informático utilizado por agencias gubernamentales y empresas estatales con alternativas locales, lo que desencadenó un pequeño auge de SaaS.
Apple depende en gran medida de la Gran China tanto para la fabricación como para las ventas. Según el informe del tercer trimestre de 2023 de la compañía, la región, que incluye Hong Kong, Macao y Taiwán, contribuyó a casi el 19% de los ingresos en los tres meses que finalizaron en julio.
Según una nota para inversores de UBS, Apple envió 3,1 millones de unidades en julio a China, una caída del 2% interanual. La nota también menciona que China representó el 23% de las unidades vendidas de iPhone durante los últimos 12 meses.
Pero el gigante estadounidense de los teléfonos inteligentes siempre ha tenido una relación complicada con China, en gran parte gracias a los problemas de censura en la App Store. Apple, como muchas empresas tecnológicas occidentales, está atrapada entre los políticos occidentales que defienden la libertad de expresión y la necesidad de Beijing de eliminar contenido considerado políticamente sensible.
El año pasado, por ejemplo, Apple llamó la atención después de que comenzó a limitar el uso de AirDrop en la configuración «Todos» durante solo 10 minutos en China. Finalmente lanzó la actualización a otras partes del mundo, pero los críticos han vinculado el cambio a que Apple cedió ante la presión de Beijing, ya que los manifestantes en China utilizaron la función para eludir las medidas de censura.
Apple no hizo comentarios de inmediato sobre la historia.